¿Era amor?

Sasuke Uchiha

¿Qué pasa si un día la vida, el destino, o quizás Dios te da otra oportunidad? Si tuvieras la oportunidad de corregir un error y volver a estar en ese tiempo y vivirlo ¿Lo harías? ¿Tendrías el coraje de enfrentar y acepar tus sentimientos? ¿Estás dispuesto a ignorar y vencer todos esos pensamientos impuestos por otros, esos pensamientos que no te han permitido amar y vivir como quisieras?

Sasuke se debatía todo aquello a oscuras, al lado su mujer Sakura Haruno yacía dormida placidamente, abrazándole al abdomen. Sasuke miró su rostro y lo pudo reconocer gracias a que sus ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad. Ciertamente cualquiera mataría por estar al lado de una mujer tan hermosa como lo es, desde pequeña siempre tuvo pretendientes, gente que le pedía que aceptara salir con ellos, pero siempre los rechazaba por ese amor tan profundo que su esposa sentía por él desde niños.

Suspiró y una vez más con pena, cuidadosamente retiró su brazo y le dió la espalda sintiéndose culpable ¿Por qué no podía corresponderle? ¿Por qué no podría amarla tanto como ella a él? La quería, por supuesto que la quería, es la madre de su hija y su compañera desde hace tantos años que le fue imposible no desarrollar un cariño intrañable, daría su vida por la suya sin pensárselo, la quería, pero no como le gustaría.

Se preguntaba por qué, anque muy en el fondo ya sabe la razón, siempre ha sido él la razón. Su por siempre mejor amigo y compañero Naruto Uzumaki, el séptimo Hokage. Ese hombre de ojos azules como el cielo, cabellos rubios y marcas en las mejillas tan características suyas. Lo podría reconocer en un mar de gente, siempre le ha llamado la atención ya sea por sus gritos o por su peculiar aspecto, eso hacía que se convirtiera en un ocupante constante en su mente.

Cuando era pequeño pensaba que lo odiaba, esa era la única explicación que tenía para la interrogante de por qué demonios pensaba tanto en él. 

En la academia le gustaba ser el centro de atención de Naruto, siempre lo superaba a propósito para que él también lo mirara. Le gustaba saber que su persona también estaba presente en los pensamientos del otro, Naruto lo odiaba y eso lo sabía muy bien, por eso siempre entrenaba hasta que se desmayaba del casancio para al día siguiente demostrarle que era el mejor.

Una extraña manera de hacerse notar ante su amor, ¿Pero cómo podemos culparlo? No sabía qué era lo que sentía y no tenía otra manera de llamar su atención que no fuera esa, le gustaba tener ese par de zafiros azules sobre él con el ceño fruncido y el puño en alto. Le gustaba escuchar su aguda voz gritar su nombre en claro enojo.

Cuando los hicieron compañeros y mencionaron su nombre junto con el de Naruto se asustó por el alivio de una preocupación que no sabía que tenía, pero a fin de cuentas disimuló bastante bien a pesar de los gritos de queja de su ahora compañero.

Nunca había reparado demasiado en su esposa, Sakura. Desde niño supo de su interés en él, y realmente ella no le causaba nada, ni siquiera asco, simplemente un desinterés total que siempre trataba de demostrarle para evitar que la niña se siguiera emocionando con algo que claramente jamás pasaría.

Y vaya que pasó para sorpresa de todos.

Al paso del tiempo y mientras más hacían misiones de rango D, quisieran o no, poco a poco se estaban convirtiendo en un equipo junto a su sensei, pasaban juntos desde el amanecer hasta el atardecer, siempre de un lado a otro limpiando hojas caídas, llevando el super, paseando a los perros, o unas de las más icónicas y de las que más recuerda de esa preciosa época: encontrar el gato que siempre se escapaba de la señora gorda.

Sonrió en la oscuridad al recordar como le había arañado la cara a Naruto en diversas ocasiones.

Esa fue sin dudarlo una de sus mejores épocas, porque su corazón poco a poco iba olvidando su tóxica venganza, y comenzaba a ver al equipo 7 como su familia, el cariño no tardó en llegar, la necesidad de protegerlos era sorprendente, le asustaba que realmente estaba dispuesto a renunciar a su sueño con tal de salvarle la vida a alguno de su equipo.