Capítulo IX

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Mis manos temblaron al sentir su voz tan rota y débil, mi teléfono casi se cae de mis manos al sentir su desgarrador grito de ayuda y aquel teléfono siendo arrebatado de sus manos. Suspire soltando el aire que no sabía que estaba conteniendo para comenzar a hablar

-Yeji? -la llame en un susurro. De un momento a otro sentí un golpe sordo y como alguien gritaba por ayuda, lo raro era que no era una sola voz, sinó dos completamente distintas

-Hola, Zasha -sentí la soberbia de aquel hombre que atormentaba continuamente mis pensamientos

-Kai! -agarre mi celular con toda la rabia que tenía contenida

-¿Qué tal, linda? ¿Como te va? -dijo amargamente soltando una cínica carcajada

-¿Qué quieres ahora, pedazo de basura? -mordí mis labios con fuerza intentando no gritar para no despertar a Jimin

-Solo quiero que vengas conmigo, tómalo como una invitación a salir -soltó otra vez su repugnante carcajada

-Ni muerta -le respondí con una voz totalmente decidida

-Muerta va a estar tu amiguita y tu miserable hermano si no me haces caso -me que en silencio totalmente petrificada, a lo que el se respondió solo -Tomaré eso como un si, en el papel que te dio Namjoon está mi dirección así que, te espero aquí pasado mañana para hablar -alargó la última palabra

-Eres un miserable hijo de puta! -ante de terminar mi frase colgó la llamada.

Un desagradable sentimiento se apoderó de mi ser totalmente, no quería ir, pero la vida de dos personas dependía de mi decisión. Agarré el papel y mire atentamente la dirección, era una casa alejada completamente de la ciudad y solo rodeada por campos abiertos, por suerte si pasaba algo tenía espacio para correr. Me levante decidida y me senté en mi escritorio, tenía que trazar un plan para meterme a la boca del lobo.

Sustancia ExplosivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora