Final

321 32 4
                                    

POV ROSEANNE

-Sabes que no va a despertar verdad?-Escuche una voz detrás de mi, ¿conocía la voz? Claro que lo hacía, era por su culpa que estaba aquí .-O bueno, no pronto, sabes que lo lamento, no?- Finalizó

-No puedes lamentar algo que tú provocaste.-Respondí.

-No fue mi intención, estoy segura que lo sabes.-Contestó.

Que manera tan cínica de hablar, había provocado todo esto en mi y luego actúa como si no fuera algo preocupante.

Después de un pequeño silencio respondí.

-Lisa, nada te costaba acatar las reglas que puse respecto a los juegos de Ryujin contigo.-

-Pensé que reaccionaría igual que yo, vamos no me puedes juzgar por esto.-Respondió berrinchudamente

-Le causaste un desmayo a tu hija gracias al balonazo que le diste, acaso no pudiste ser más delicada?-Respondí enojada

-Rosé, lo siento, mira podríamos ahora ir por una hamburguesa, ella despertó poco después del desmayo y ahora descansa, no tiene nada malo, no hará algún cambio si seguimos o no aquí.-Lisa imploró, quizá estaba siendo muy dura así que accedí.

-Eres una estúpida.-Dije con una sonrisa.-Siempre me preocupas de esta forma, hace mucho no sentía una angustia así, sabes?

-Lo sé, lo sé, hay que ser optimistas a la vida, espero que el balonazo no salga en la tele.-Dijo con una sonrisa burlona

-.o sea que te preocupa más que salga el balonazo en la tele que le diste a tu hija, que el hecho?-Pregunte risueña.

-No, nada de eso, solo que no podemos ensuciar tu imagen así.-Escondió una sonrisa fingiendo preocupación.

-Cuando llamaste, pensé que algo malo había pasado realmente, hace once años no me sentía así de angustiada y siempre por tu culpa es que me siento así.-Reproché

-Nada es tan malo, al final siempre ganamos no?-Dijo con una sonrisa.-Míranos a ambas ahora, somos quienes queremos no?-Terminó y deposito un beso en mi mejilla.

Vi a Lisa echarse a correr a la cocina, cosa que me causa gracia, sabía que ella tenía razón, nada podía malo, siempre ganamos. Era capaz de ganarse el corazón de todos, incluso de mi propio padre.

Hace once años

Una Rosé angustiada corría hacia el sonido que recorrió sus odios a penas entró a su casa, por su mente pasaban incontables escenas de como era asesinada su novia, o bueno, su ex novia.

Entre todos los pensamientos que llego a tener en su tiempo libre hace unos días era ese el que más le causaba terror, que le pasara algo y ella no estuviera presente en su vida como deseaba, ella sabía que no habían acabado bien, que había un mal entendido, que Lisa se iría sin saber que realmente la amo.

Cuando vio la imagen enfrente de sus ojos no pudo aguantar la impresión, cayó de rodillas al suelo. Se preguntaba ¿que es lo que había pasado? ¿Como algo de la noche a la mañana puede cambiar? ¿Era felicidad? Esa emoción que tenía en el pecho era orgullo.

De pronto la emoción creció más cuando se dio cuenta que Lisa había volteado a verla con una sonrisa, nunca pensó encontrar esa imagen, era ella y su papá averiguando quien era mejor para dispararle a los patos de madera situados en distintas posiciones del patio.

¿Como había pasado? Bueno, supongo que a veces algunos papeles pueden hacer la gran diferencia y es algo que Rosé le preguntaría más tarde a Lisa, mientras se conforma con la nueva imagen de su papá abrazando a Lisa por el cuello. Rosé entonces fue que lo tomo como una bandera verde para ir corriendo a los brazos de Lisa.


Fin

¿Quien dijo que mi primer amor tenía que ser de un chico? Chaelisa-GipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora