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Pude notar como un leve sonrojo se posaba en las mejillas del contrario al tocar su bulto

Sólo me insitó a seguir.

Camilo dejó sus manos en mis glúteos, acariciaba de la zona con desesperación

Mordí la punta de mi lengua en ese momento

Me acerqué más a su cuerpo, y él no se quedaba atrás, comenzaba a rozar mi entrepierna con su bulto, me estremecí de placer al sentir esto

Basta de roces o acabaré enloquesiendo

Me monté sobre Camilo, pude sentir a la perfección su bulto entre mis piernas.

Comencé a bajar el cierre de su pantalón, viendo como su ropa interior se azomaba por el espacio que acababa de formar.

Una imagen excitante a decir verdad.

Camilo se encargó de bajarse el pantalón, aun que no contaba que también se bajaría el bóxer.

Admito que me sorprendió

Camilo levantó de la pequeña falta que estaba trayendo en ese momento, moviendo hacia un lado de mis bragas para luego introducir su erecto miembro en mi.

Intenté aguantar lo más que pude pero al cabo de las primeras penetradas acabé gimiendo.

No pude controlarme más por lo que rápidamente Camilo calló mis gemidos, posando una de sus manos sobre mi boca, para luego acabar dejando una de las mías sobre la suya, no quería que se escapase ninguno, después de todo, Mirabel podía despertar en cualquier momento.

Comencé a dar leves brincos repetitivos sobre el bulto de Camilo, aun que no duraron demasiado

Camilo comenzaba a penetrarme, era él el que había tomado el control en ese momento, y yo sólo podía disfrutar de ello.

Sus penetradas eran sutiles, teníamos que hacer el menos ruido posible debido a Mirabel.

¡Por primera vez me gustaría estar sola en un cuarto con un chico!

Sentía como mi corazón latía con fuerza, y más al notar como al cabo de unos minutos, Camilo comenzaba a moverse un poco más rápido.

Necesitaba gemir, lo veía como una necesidad, y más cuando mi interior comenzó a contraerse, me acababa de correr.

Segundos después noto como Camilo saca su miembro de mi interior, y dios, que alivio que lo hizo, pues segundos después de hacerlo, acaba corriendose, manchando ligeramente mis prendas con su esperma.

Pudimos haber bromeado ligeramente o haber disfrutado de lo que acababa de suceder, pero Mirabel se despertó.

Enseguida nos arropamos debajo de las mantas, haciendo lo típico que haces cuando escuchas a tu madre entrando a tu cuarto después de que se te pasó la hora de dormir.

Exacto, fingir estar durmiendo

Si teníamos suerte, Mirabel acabaría durmiendo nuevamente.

Miré a Camilo, estaba... ¿¡Aguantandose la risa!?

¡No, no, no, no!

Me preocupe, lo tengo que admitir

Le hice un gesto de que se callase o acabaría matándolo, y la verdad, creo que lo captó a la perfección

No tardó mucho para que Mirabel volviera a dormir.

Dios, eso fue demasiado arriesgado, recordaré no volver a hacer algo similar

Camilo despeinó ligeramente de mi cabello y luego se colocó nuevamente las prendas que le había quitado.

Luego de esto, acabamos durmiendo

Aun que quizás el primero que yo, yo me quedé pensando un largo rato.

Al despertar Camilo ya no se encontraba en el cuarto, por otro lado, Mirabel estaba reacomodando algunas cosas de su escritorio

Al fijarse de mi presencia, me saludó con su típica sonrisa, le devolví la misma.

- Por cierto, espero que Camilo no te haya causado problemas, es que Isabella le hizo un reto de que no sería capaz de pasar una noche en un mismo cuarto con dos chicas.- Fijó su atención nuevamente a lo que estaba haciendo y prosiguió.- Aun que claramente ganó el reto.-

Y dios, claro que lo ganó.

¡Isabella, ven aquí que te hago una estatua!

- Aun que bueno, los niños suelen aceptar hacer todo tipo de retos.- Dijo Mirabel para luego pegar un leve bostezo.

Ja.. "Niños"

Anoche se me olvidó que estaba con alguien menor.

Toqué mis labios al recordar aquel beso, fue intenso.

Trague un poco de saliva y volví a mis ocupaciones: Ir a darme una ducha, ayudar en el pueblo, y proseguir el día como cualquier otro...

Cuando ya había acabado, regresaba para la hora de comer, nos sentamos en los mismos puestos de siempre, Bruno a mi lado como siempre se veía indiferente, sumergido totalmente en su propio pensar.

Isabel la y Luisa no paraban de contar diversas anécdotas junto a Mirabel, la abuela observaba en silencio la escena, con una sonrisa en el rostro.

Más que nada, una charla amigable.

Proseguí a comer de lo que estaba servido, bendita seas Julieta, por que esto sabía de maravilla.

Estaba disfrutando de la comida cuando sentí un cálido toque en mi pierna.

Me paralice por unos segundos hasta notar que el toque era la mano de Bruno.

¿¡Bruno!?

A diferencia de mi, este permanecía sereno, movía su mano con cierta lentitud, acariciando de mi pierna pero su expresión no cambiaba en absoluto, tampoco intercambiar palabras, más que unas pocas cuando quería opinar en la charla.

Intenté mantenerme serena también, pero dios, costaba, pues, su mano estaba tan cerca de mi intimidad, estaba comenzando a calentarme sutilmente.

Estúpido Bruno

Mordí la punta de mi lengua para luego llenar mi boca con comida, quizás eso ayude..

Luego de unos minutos, las caricias se detuvieron, aun que no sin antes apretar ligeramente de mi pierna, eso me hizo estremecir de placer.

Luego de esto, Bruno se levantó junto a los demás mientras.
Ya habían acabado de comer todos, era hora de retirarse.

Volví a mi centro y comencé a ayudar junto a todos los demás, aun que mis pensamientos estaban centrados en lo que había pasado hace un momento.

- (T/N), ¿Puedes venir? - Dijo luego el mismo que me había tocado.

Lo seguí.

Me llevó a los cuartos de arriba, específicamente al suyo para luego cerrar la puerta detrás de nosotros, mi ceño se fruncio de la confusión.

Bruno me había tomado de las caderas, apegandome a una de las paredes del cuarto.

- Aquí Dolores no puede oírnos, ella ya no puede escuchar lo que sucede en dentro de las habitaciones. - susurró en mi oído, su voz tenía un tono seductor el cuál hizo que me sonrojara

Aquí vamos de nuevo, es que nisiquiera puedo darme un ligero respiro.

Dos hombres, una mujer (Bruno-Camilo x ti.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora