𝖭𝗈𝗍 𝖿𝗈𝗋 𝗌𝖺𝗅𝖾 | 𝖥𝖺𝗇𝖿𝗂𝖼 𝖧𝗂𝗌𝗈𝖦𝗈𝗇 |

2

Era de mañana y el sol entraba a la habitación por la separación entre las dos cortinas que habitan en la ventana.
La pareja está cómodamente durmiendo sobre la cama matrimonial, lo acojedor y lo plácido que sienten solo se puede decir con la cara de Gon.
Su teléfono celular en forma de escarabajo comenzó a sonar. Algunos dirían que es demasiado infantil pero al ser un regalo especial de Leorio lo tendría hasta que diera su último respiro.
Coje el celular de la mesita de noche, perezoso lo contesta y su voz sale ligeramente gruesa.

  —¿Quién habla?

— ¿Dónde estás?

— ¿Illumi-kun? — Contesta ya más despierto pero desconcertado.

— Debes de venir ahora ya que es tarde. A y cuando vengas para acá trae un café descafeinado y caliente.

— ¿Cómo por qué?... Si solamente voy a tomar algunas fotos.

— ¿Por qué?... Bueno por qué si quieres que Hisoka te de algunas recomendaciones debes de tener preferencias — Miente

— Per-

— Si llegas tarde solamente mandará una carta para que te echen de la universidad... Estás avisado.

— ¿Qué?

Gon le iba a reclamar pero solamente se escuchó un "pip" de que le había colgado, chasqueo la boca y así se talla los ojos mientras bosteza para así pararse de la cama.

— ¿Qué pasa? — Pregunta una adormilada Palm.

— Tengo que irme

— Pero... — Mira el reloj que está sobre el buró — Pero son las seis y media de la mañana Gon.

— Ah... Bueno es que tengo que ver las instalaciones antes de que los empleados estén ahí — Miente para irse a cambiar rápidamente, no quiere perder lo único que le da su padre, además de pensión, si su tía Mito se entera de enojara.

— Suerte cariño — Dice Palm para volverse a dormir, a ella le queda todavía media hora más.

Illumi por mucho que no quisiera "mentir" lo hacía por una simple cosa, su beneficio.
En verdad solamente quería un asistente que lo ayudará con lo insoportable que es Hisoka. Habia movido algunos papeles ya que necesitaba un asistente joven y lo conseguiría en una universidad prestigiada, sabía muy bien que podría conseguir a alguien pero lo que no entendía el por qué un chico tan joven y lo peor de todo... Tan idiota.
Podía engañarlo y sobornar a su disposición, no le importaba que tomara fotos y escribiera del lugar pero solamente quería que fuera un mandadero.
Lo peor de todo es que Hisoka le dio su aprobación ya que quería un nuevo juguete y los anteriores no le habían gustado en lo absoluto.

Sus pensamientos desaparecieron cuando escucho los tacones de su amigo acercarse y la silueta de este asomarse por la entrada de su oficina, pareciera buscar algo.