Jinsoul estaba en medio de bajar de un árbol, cuando se volvió para mirar. "Jungeun, ¿Qué estás haciendo?"
"¡Ven rápido o el viento se lo llevará!" "¡Mira!" La joven todavía exclamó con jubiló, sonando demasiado emocionada mientras se agachaba en medio del campo, con las manos ahuecadas protectores alrededor de algo.
Jinsoul dejo escapar una pequeña risa mientras saltaba y se acercaba. En medio de un campo de hierba alta, Jungeun misteriosamente parecía aún más pequeña. "¿Qué es?" Pregunto mientras se sentaba en cuclillas junto a la chica
Con una sonrisa brillante, la chica en cuestión reveló sus manos, revelando el objeto que había estado protegiendo cuidadosamente de la brisa primaveral de la tarde.
Eran dos dientes de león perfectos: blancos como la nieve, redondos como los círculos de los libros de texto, ni un solo copo fuera de lugar. Jungeun noto que Jinsoul también lo miraba con asombro y se rió mientras arrancaba suavemente las flores, entregándole una. "¡Aquí! ¿Sabías que cuando ves un diente de león, puedes pedir un deseo antes de soplarlos y se hará realidad?".
La ceja de JinSoul se arqueó. Jungeun no parecía del tipo que se interese en cosas así. "¿De verdad?" "¿No te estás inventando esto?" Reflexionó Jinsoul, mirando a la más joven con una mirada interrogativa que era medio burlona.
"!No! Un tío me lo dijo una vez. Rápido, rápido, cierra los ojos y pide un deseo. Hagámoslo juntas." Jungeun agitó su mano libre, su emoción apenas era contenida. Con una sonrisa todavía plasmada en su rostro, apretó los ojos con fuerza, con tanta fuerza que las arrugas comenzaron a formarse. A Jinsoul le pareció entrañable, pero no se lo hizo saber. Solo se dedicó un segundo a mirar a Jungeun, sonriendo con cariño para si misma antes de que ella también cerrará los ojos.
Deseo pasar el mañana siempre contigo, hasta el final de la eternidad.
Cuando los volvió a abrir, los ojos de Jungeun ya no estaban cerrados. Sus ojos ahora la miraban con anticipación; como si estuviera esperando a que completará su deseo para que pudieran soplarlos juntas.
Jinsoul dejo escapar una pequeña risa, un asentimiento que significaba la luz verde que Jungeun estaba esperando.
La sonrisa de esta última se volvió increíblemente más brillante antes de que ambas soplarán sus dientes de león al mismo tiempo. "¿Qué deseo pediste?" Jinsoul le dio un codazo por el hombro, los restos de los dientes de león se esparcieron a su alrededor como copos de nieve en miniatura.
"¡Unnie, no puedo decirte! ¡O no se hará realidad!" La más joven miro hacia otro lado, un pequeño puchero se formó en su rostro.
"Aw, pero le dices todo a tú Unnie", presionó Jinsoul, derribando a la joven en el campo. Jungeun solo se quejó, pero no mostró signos de derrota.
El sol estaba muy por encima de ellas. La brisa era cálida pero suave. En la distancia, Jinsoul podía escuchar el canto de los pájaros. Las gotas de rocío mojaban sus ropas mientras rodaban por el campo, pero a ninguna de las dos parecía importarle. Las risitas llenaron la tranquilidad del parque; era como si solo ellas dos estuvieran presentes en este vasto, vasto mundo.
Tenían diez años.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
