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Habían pasado ya unos cuantos días desde el incidente en el pueblo y Kazu ya de había relacionado con varios campesinos y comerciantes, incluso conseguía algunas sobras de la mercancía de algunos de sus amigos. Actualmente se encontraba en un pequeño mercado mañanero con muchas prendas de ropa para la siguiente temporada, antes de poder comprar nada vio una gran multitud y del interior de esta escucho unas trompetas a lo cual se acercó para saber lo que pasaba. Al colocarse en primera fila pudo ver a un pequeño hombre bien vestido y con unos hombres, que parecían por la armadura, soldados.

- Venimos en nombre de su majestad para buscar valientes que se atrevan a recorrer las tenebrosas tierras de los no muertos y las tierras de los míticos dragones en busca de un maravilloso tesoro que traería riquezas al reino de Aplik.

Se detuvo por un momento a reflexionar, ahora sabía que se encontraba en el reino de Aplik, y la mejor idea sería aceptar ir para atravesar las tierras de los no muertos y de los dragones míticos para al menos conseguir la recompensa y técnicas de batalla para poder cazar en el bosque y al menos intentar mantener una amistad con el rey de Aplik.

- ¿Enseñan técnicas de batalla?- Preguntó para poder aclarar algunas cosas.

- Joven, ¿Quisieras unirte tú? tienes buen cuerpo y seguramente gran resistencia únete venga únete.

Kazu dio un paso al frente y comenzó acercarse lentamente con una mirada asesina:

- Acepto. - De manera fría y seca.

- Acompañame. - Le dijo uno de los guardias acercándose para que le siguiera.

No tardo mucho en llegar a palacio pues quedaba bastante cerca del pueblo ya que al parecer, por lo que le había contado el guardia, era uno de los pueblos favoritos por el rey. Al llegar pudo ver las enormes puertas que cubrían la entrada y mientras pasaba pudo ver a un hombre de aproximadamente 80 años de edad para que luego todo el mundo hiciera una reverencia. No era el único al que la había interesado la propuesta de ser uno de los valientes ya que pudo ver a otros 20 de unos cuantos años mayor que él, y antes de acabar de mirar a todos el rey empezó a hablar...







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