Mi diario de sueños

El Hotel

Estábamos en El Gran Salón que ha decir verdad no parecía más que un gran comedor poco decorado y nada glamuroso, pero cumplía su función y tenía un ambiente agradable, pasado de moda. Allí estaba comiendo con un montón de extraños. La cosa esque yo había ido por pura obligación de mis padres. Mis amigos estaban en sus habitaciones y yo allí abajo aburriendome. Lo único bueno es que podía hablarles fácilmente por los enchufes ya que los cables circulaban por todo el edificio y como era viejo se oía todo solo tenías que acercar la oreja y escuchar también podías hablar a través de ellos.

Yo llevaba puesto un vestido regalo de mi tía. Era horrible parecía una prenda para una muñeca. Era feísimo de colores mal conjuntados tela de mala calidad por no decir plástico y no era en absoluto mi talla.
Por suerte la alarma del despertador vino a mi rescate.