Lorhna miraba la isla mientras el pequeño barco se alejaba del puerto, con destino a Domnin la ciudad pesquera que se encontraba en la parte sur de harest, a la derecha de la enorme fisura continental por la que desemboca el rio Dobraë.
De allí ambos viajarían al norte siguiendo la cordillera de los montes negros hacia Vehtria.
Al terminar de colocar el equipaje, Geosh subió a cubierta donde vio a su esposa observando melancólica la isla que quedaba atrás.
Entonces la rodeo con los brazos mientras ella acomodaba la nuca sobre su pecho, ante la perspectiva de abandonar obligadamente su hogar y a los suyos.
Geosh acariciaba la roja melena de su esposa mientras la besaba en la mejilla con ternura, y para aliviar su ansiedad la dijo.
–No te preocupes, sea lo que sea que tengamos que hacer, lo haremos y luego volveremos a casa-[1]
No paso un instante de sus palabras cuando una cegadora luz apareció desde la parte alta de la isla, fue muy breve, pero fue un destello tan intenso que ambos tuvieron que apartar la vista.
Para cuando pudieron volver a mirar, la enorme isla de Daoimean, su querido hogar ya no estaba, quedando en su lugar el infinito y vasto océano dejando tras de sí la nada.
Durante los días posteriores, la tripulación del Zathar mostró su desanimo y frustración por la inesperada desaparición, pues como la joven pareja, ellos también tenían familia allí.
Lorhna no daba crédito a lo sucedido, por más que lo intentaba no lograba encontrar una explicación a lo había pasado, sin embargo en ese momento recordó las palabras de despedida que les había dedicado Ghala.
"no importa lo que creáis que vais a ver a continuación, ni lo que la gente diga sobre lo que va a pasar, cuando todo se haya calmado, volveremos a vernos"
En ese momento, cruzo por su mente un rayo de esperanza y eufórica por aquellas palabras, fue en busca de su esposo al que corriendo abrazo, Geosh confuso por la repentina alegría de su esposa, la preguntó.
-¿Qué es lo que te pasa?-
La joven, apartándole del tumulto de cubierta, le hizo mención de las palabras que su madre, en la despedida les había dedicado, ante el recuerdo de esas palabras Geosh cogió a su esposa por la cintura y la beso por la perspectiva que eso arrojaba ante en ellos.
Tras dos meses de travesía desembarcaron en un sombrío puerto del sur de Domnin, desde donde debían buscar la forma más rápida de llegar a Vehtria.
Domnin era una bulliciosa ciudad al sureste de Harest, cuyo comercio principal se basaba en la pesca, siendo además uno de los puertos mercantes más importantes del árido continente.
Sin embargo, la ciudad se encontraba bajo los dominios del regente de Moórtea, y los lugareños, que mayormente procedían de otros continentes, no veían de su agrado el tiránico yugo que suponía la alianza para ellos.
Los soldados estaban por todas partes, aunque estos por lo general no molestaban a los ciudadanos a fin de no provocar todavía más malestar en la población y evitar revueltas.
Grimm, era el contramaestre del barco en el que Geosh y Lorhna habían venido, y durante el viaje, el era quien les asistía y aconsejaba para que la travesía se les hiciera más llevadera.
Sin embargo, Geosh fue quien peor lo paso, ya que el continuo vaivén de la embarcación no hacía más que agravar las nauseas que el mareo le provocaba, a pesar de los sufridos intentos del viejo contramaestre por aliviar su continuo malestar.
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LA CANCIÓN DE ÁRIGA PARTE 1 "ARIEN"
Приключения"tu no eres el principio sino el final"- Con estas palabras cierra su historia el extraño cuentacuentos mientras centra su mirada en Árien. Unas palabras que cambian por completo la vida del muchacho y de su padre obligandoles a abandonar todo cuant...