Capítulo 3

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—Uh.. no crees que llorar por una bolsa es algo exagerado? Ni que fuera la última en el mundo— habló por lo bajo, mirando con el celo fruncido al contrario, sin levantar mucho la cabeza, no por arrepentimiento ni nada parecido, no podía dejar ver su rostro así como así, parecía que ese chico no le conocía, pero probablemente cualquier otro que le viera le reconocería.

—Sí no piensas robarle nada a nadie más vete marchando porque llamo a dos caballeros que me conozco y te encierran en las mazmorras..— habló en un tono de voz bajo pero algo dolido, Tenya y Shōto no dudaría en venir, si Izuku les avisaba de a quien había encontrado.

—Eh? Claro, y como les llamas? A saber dónde estarán, y no me creo eso, los reyes y pocos más conocen a los caballeros así que dudo siquiera sea verdad— hablaba despreocupado el castaño, el menor, ya harto fue a voltear, cuando se dió cuenta que aquel pequeño dragón con el que estaba tan afín le había seguido, sonrió por esto y le cargó.
—Puedes decirle a Kacchan que traiga a Iida-Kun y Todoroki-kun? Me ayudarías mucho si lo hicieras, pequeño— musitó para el pequeño animal, quién dio un pequeño mordisco en la nariz del peliverde y salió volando en dirección a dónde hacía rato se encontraba el rubio.

—Pues quizá incluso el rey venga, poco problema tengo. Depende de si está ocupado con Kirishima-kun o no.. así que vas bien. Te dije que te fueras y aquí te quedaste, pues ahora yo no te dejaré ir, porque Iida-Kun y Todoroki-kun te encerrarán!— se acercó rápidamente al chico frente a él, agarrándole de los brazos y tumbandole en el suelo, manteniendo sus manos pegadas a la espalda.
Uno de los guardias de su mejor amigo le había enseñado un poco de defensa propia entre otras cosas, como inmovilizar a alguien. Aizawa Shōta. Era alguien ágil y fuerte, quién al enterarse de la relación con su rey y su afición, no dudó en enseñarle esto para que supiera defenderse si en alguno de los reinos donde iba, llegaban a atacarle.

Por otra parte, el castaño al ver que esto parecía ir en serio, se tensó, forcejeando y removiendose para tratar de soltarse, necesitaba regresar con sus hermanos. Roro tenía siete y Lala no pasaba de los cinco! No estaba en sus planes esto, pero desde luego no dejaría que le atraparan.. él solo robaba para mantener a sus hermanos puesto que no había encontrado una profesión que le diera suficiente para mantener a sus hermanos, que le diera suficiente para comprar comida aunque fuera solo para sus hermanos, quedándose él sin comer por días, bajando por la desnutrición su rendimiento laboral y terminando por ser despedido.

Esto era peor, si, pero los tres podían alimentarse bien. No podía dejar que le atraparan, sus hermanos morirían de hambre o sed.
—Agh- no, joder! Suéltame! No pueden encerrarme, tengo hermanos, morirán si no tienen a su hermano mayor!— sus hermanos es cierto si se volvieron muy dependientes de Rody, sería difícil que sobrevivieran siquiera una semana, por no hablar que es obvio por su edad. Esto ya lo había dicho con algo de impotencia por no lograr soltarse, no pensaba dejarse atrapar sin saber que sus hermanos estarían a salvo.

Izuku al escuchar esto de quedó en silencio, tenía hermanos pequeños?
—No se si debería creerte, no harías algo donde te arriesgaras a ser encerrado si no vieras la posibilidad de que te atraparan y dejar solos a tus hermanos— era cierto? En serio tenía hermanos? Sabía lo difícil que era vivir sin alguien que te cuidara, y si él tendría aproximadamente su misma edad, sus hermanos como máximo deberían tener diez años para no poder cuidarse por si solos.

—Robo por mantenerles. Normalmente solo comida o sino algo que pueda vender a las afueras para comprar comida en la aldea de al lado— dejó de forcejear, si seguía haciéndolo quizá de vería aún más sospechoso y eso haría mal a su coartada.
El peliverde pensó, tenía sentido pues encontrar trabajo a los dieciséis años era complicado, y si encontrabas alguno probablemente pagarían muy pocas monedas de oro, quizá siquiera te pagarían monedas de oro, y se irían a las de bronce.

—Dime donde queda tu casa, o donde vivas.. te dejaré suelto con esa condición, cuanto lleguen los caballeros les diré que te escapaste y seguido de esto iré donde vives, sí veo que en verdad tienes hermanos, te llevaré comida y evitaré que algún guardia o caballero te agarre, sino, llamaré de nuevo a Iida-Kun y Todoroki-kun para que te encierren..— habló serio y de forma algo baja. El contrario bajo él asintió, dándole unas indicaciones para llegar donde vivía, luego de esto, el peliverde y sin todavía estar muy seguro le soltó, dejando que se fuera.

El menor suspiró, dejó las plumas rosas que antes encontró en la dirección contraria y cuando llegaron sus amigos caballeros, les dijo que había retenido cuanto más pudo al castaño pero que luego se fue por donde estaban las plumas rosas, ambos chicos le agradecieron por el intento y fueron por este sitio a buscar al castaño.
El pequeño dragón verde había venido con aquellos guardias, para regresar con su amigo, quién colocó al dragón en su hombro como si un loro fuera y comenzó a caminar a la dirección que aquel bandido le indicó.

• Ladrón mío • [Rodydeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora