1+0.5 también puede ser 2

65 13 2
                                    

Ayer casi parecía un sueño, uno extraño y casi borroso.


Vernon volvió a encontrarse con Boo hoy en el pasillo camino a la sala de las impresoras, ambos se saludaron como siempre, como si nada hubiese pasado, así en verdad parecía un sueño. Vernon regresó a su oficina, Seungcheol tuvo que salir y estaba solo, quería hablar con él, siempre le ayudaba a aclarar sus ideas, pero al mismo tiempo sabía que era demasiado complicado.

Se concentró en su trabajo, la mejor forma de distraerse, aunque casi llegando la hora de almorzar, Boo se apareció en su puerta.

—Vernon —dijo Boo tocando la puerta suavemente.

Hansol se levantó casi de un salto e hizo una pequeña reverencia, sabiendo que no era necesaria.

—Hola, Seungkwan —Se quedó mirando su rostro unos segundos antes de reaccionar y sonreír.

—Necesito tu ayuda —dijo Kwannie acercándose cargando varias carpetas entre sus brazos y su laptop—. Como sabes, nuestros jefes hoy salieron a un viaje de negocios por el día y mi jefe me acababa de mandar información que tiene que quedar archivada y organizada hoy antes del termino de trabajo y no creo alcanzar solo.

Vernon asintió sin siquiera pensarlo, dejando que Boo dejara las carpetas sobre su escritorio.

—Entonces ¿Vamos a trabajar aquí?

—Sí —respondió Kwannie, moviendo sus brazos—. Actualmente mi oficina parece una bodega, Jeonghan hyung ha tomado demasiados proyectos y eso nos está ahogando en trabajo —Boo rio, pero no se notaba feliz.

—Está bien —Hansol acercó un asiento a su escritorio y se acomodó en el suyo—. Podemos comenzar a trabajar ahora mismo.

Boo cerró la puerta de la oficina y luego se sentó.

—Perdona que cierre la puerta, pero hoy todos están demasiado ruidosos —Se arregló su cabello—. Igual me da pena que te pierdas tu almuerzo, yo puedo comenzar, mientras tú vas a comer.

—No podría —Vernon tomó unas de las carpetas—. Si comenzamos luego, terminaremos antes.

Boo asintió y ambos comenzaron a trabajar casi de inmediato, escuchando solo el ruido del pasar de hojas y teclas siendo apretadas rápidamente.

Todo estaba tranquilo, Vernon miraba de vez en cuando a Kwannie, pero rápidamente volvía su mirada al trabajo, no quería decepcionarlo, además que él también tenía trabajo pendiente.

La tarde casi pasó en un suspiro, ambos apenas hablaron para confirmar pequeños detalles de la información que estaban revisando, pero aparte de eso, nada más. Al menos terminaron cuando era la hora de salir.

—Ah, voy a pedirle vacaciones a Hannie Hyung luego de terminar la negociación de esta semana —dijo Boo moviendo su cuello.

La risa de Vernon inundó la oficina, ambos sabían que no era nada fácil poder tener vacaciones.

—No te rías —Boo hizo un leve puchero—. Se vale soñar —agregó levantándose y guardando todo.

—Bueno, eso es verdad —respondió Vernon dándose cuenta que ya habían terminado, su cabeza se llenó de ideas para seguir la conversación, pero eso no era su fuerte—. Aunque al menos lo puedes intentar.

Kwannie sonrió y terminó de apilar todas sus cosas.

—En verdad me has salvado la vida —dijo tomando todo entre sus brazos y sonriendo aún más a Vernon—. Cualquier día, yo pago el almuerzo.

An Even SumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora