¿Que casi me desmayo? Sí ¿Qué me dieron ochenta y cuatro microinfartos seguidos? También. Me guardé la nota en el bolsillo del delantal y cogí la bolsa con el regalo, fui a la mesa y se lo di.
Se puso muy feliz al ver el muñeco de edición limitada de su superhéroe favorito, Thor.
─¿Te gusta?─ él asintió feliz abrazando al muñeco─ No lo rompas ¿vale?─ me había costado mucho dinero, más le valía cuidarlo con su vida
─Vale.
Me alejé y Oliver se acercó a mí.
─No tenías que comprarle nada, menos algo que vale tanto dinero.
─Quiero mucho a ese niño, y me dieron una enorme cantidad de dinero el otro día en el trabajo, así que he decidido utilizar un poco de él.
─¡¿Estás loca Ruby?!─ me gritó mi mejor amiga─ Le compras una mierda a un niño que no es nada tuyo que vale un pastizal y no dejas de trabajar en ese sitio. Parece que te gusta ser una puta.
─Relájate Grace, te estás pasando.
─¿Qué me relaje?¿Es en serio? Si vas a desperdiciar ese dinero dámelo a mí para que me pueda ir de esa mierda de trabajo o pueda pagar mis estudios y no tenga que seguir siendo una puta.
─No eres una puta por trabajar en algo así por necesidad.
─Desde luego que yo no, pero tu sí. Será mejor que te vayas de mi casa─ me señaló la puerta de su apartamento.
─Pero Grace...─ se metió en su habitación y salí de su piso.
Eran las ocho apenas y ya era de noche, lo malo del invierno. Decidí ir corriendo. Al llegar a mi casa miré el buzón y había otra carta.
Esta noche te veo gioiello.
─No me entiende señor─ le dije por teléfono─ Tengo miedo y me están acosando. Al contrario que usted, yo tengo que ir y volver andando todas las noches y con un mafioso acosándome no creo que sea la mejor idea.
─Señorita Stone, hoy es sábado, usted sabe bien que es cuando más dinero ganamos, no puede faltar nuestra mejor bailarina.
─¿Y me dará la noche de mañana libre?.
─De acuerdo.
─¿No ve? Ha llegado sana y salva. Venga, abrimos en diez minutos, vaya preparándose con sus compañeras─.
Entre en el camerino donde se encontraban las demás bailarinas. Los sábados solían ser los peores días para nosotras y los mejores para el jefe, primero que nada por el simple hecho de ser sábado iba más gente de la habitual y porque nos quedábamos trabajando hasta las seis de la mañana, bailábamos coreografías todas juntas, en pareja, había más bailes privados... Y nos lo solíamos pasar muy bien. Pero el hecho de saber que un criminal estaría observándome hacía que se me bajara la presión.
Se escuchaban las voces varoniles tras el telón y cuando este se bajó yo busqué al hombre del jueves, y lo encontré. Hicimos contacto visual unos segundos hasta que la música comenzó a sonar, hicimos la coreografía que habíamos practicado para esta semana.
─Vamos Diamond, te han llamado, habitación trece─ al entrar me encontré con el atractivo chico del otro día.
─Creí que no te volvería a ver─ dije mientras preparaba todo.
─Estaba encargándome de unos asuntos─ me dio una sonrisa que me derritió.
─¿Te vuelvo a repetir las normas o te acuerdas?─ le dije colocándome bien la poca ropa que llevaba.
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Protégeme
عاطفيةParece un mundo desconocido, lejano y escondido entre sombras criminales. Ruby Stone no se habría imaginado lo que le esperaba tras estar atrapada bajo ese manto negro de la mafia. Ella había estado trabajando de bailarina en un puticlub durante 4...