Mientras el agua mojaba mi cuerpo no podía evitar pensar en todo lo ocurrido desde que Vi me había dejado en la acera cerca de la puerta del concejo, no podía evitar que cada uno de los momentos que había pasado con ella pasaran por mi mente junto con una sensación de enojo y frustración. Le había fallado. Por mucho que lo habíamos intentado, aquello que le propuse no había funcionado y aunque mientras ella se marchaba le había propuesto buscar otras soluciones, sabía que ella no cedería a su decisión, la entendía muy en el fondo de mí ser pero aun así una parte de mi estaba desesperada por su partida pues eso significaba que tal vez y solo tal vez no nos volveríamos a ver, y realmente eso no era lo que deseaba. Mis lágrimas se mezclaron con la lluvia y aunque en otra ocasión hubiera aceptado su decisión, aquellos sentimientos pronto encontrados en mí, me pedían a gritos que no la dejaran ir pero en realidad no supe cómo detenerla...
Todo aquello me frustraba de sobremanera, me enojaba. Como podía ser posible que los miembros del concejo fueran tan ciegos e ineptos, tenían todo lo que necesitaban para culpar a Silco, para proceder con su captura y aun así estos se negaban a hacerlo, en su primer momento la idea de la diplomacia me había parecido totalmente inadecuada para esta situación pero a estas alturas ese procedimiento me parece una basura, siempre fue así, desde que ingrese a las fuerzas comencé cada día a notar la corrupción que había en esta, y las cosas ocurridas en Zaun me habían terminado de confirmar que a los altos cargos de Piltover no les interesa un carajo su situación, ahora más que nunca entendía los prejuicios y el enojo de Vi hacia las personas de Piltover. Le habíamos fallado no solo a ella sino también a muchos de sus habitantes.Por mucho tiempo me cuestiones muchas cosas a lo largo de mi vida, pero la más importante fue no saber que debía ser o hacer, sabía que tenía toda una vida arreglada, pero gran parte de mi se negaba a aceptar esa vida, en el fondo de mi ser sabía que no quería eso para mí, no era lo que anhelaba pero era lo que esperaban y deseaban de mi, realmente no sabía qué hacer. Amaba a mis padres con todo mi ser, de eso no tenía dudas, pero a veces sentía mucha presión respecto a sus expectativas sobre mí, respecto a los deseos que tenían sobre mí, los entendía en cierto sentido e incluso hasta antes de cumplir los 16 años nunca me había negado a ello o me lo había cuestionado, pensaba que hasta ese entonces todo lo que tenia me lo había ganado por ser quien soy, pero descubrir que en ocasiones el ser hija de mis padres y por intervención de ellos había obtenido algunos logros y cosas del cual me sentía orgullosa me había desequilibrado de una manera abismal, y con el tiempo comencé a sentirme confusa y muy sola...pues todo lo que creía que era se veía desvanecido, no era yo quien hacia esas cosas, eran mis padres. Aquello despertó en mi una disconformidad y enojo, no quería ser alguien por causa de ellos, quería ser reconocida por mis logros no por sus influencias.
La compañía de Jayce siempre me ayudo y cuando este fue resulto culpable sentí que había perdido no solo a un amigo sino también la idea de tal vez seguir mis anhelos más profundos. Admiraba demasiado a Jayce por seguir sus ideales y verlo derrotado me mostro quizás mi derrota frente a todo, "Supongo que también soy una inadaptada", sabía que me necesitaba pero no podía desobedecer a mi madre y no sabía cómo hacerlo.
Aquello tal vez me demostró lo incapacitaba que estaba para ayudar a los que quería, a pesar de todo lo que mis padres decían que tenia, a pesar de todo lo que podían hacer y nuestro prestigio. Pensar en ello me había decepcionado y poco a poco fui entendiendo las palabras de la Señorita Greyson, ella podía proteger a los ciudadanos sin necesidad de acudir a prestigios comprados, ella podía decidir, entonces aquel pensamiento represento una posibilidad. Me había esforzado y había aceptado todo ello para probarme de que lo que iba obteniendo no era por influencia de mis padres sino por mis propios logros, el cargo de bajo categoría, obedecer las órdenes de un superior cuestionable, todo ello con el fin de demostrarme que podía ser dueña de mi vida. Hasta ese momento había encontrado respuestas a casi todo lo que me cuestionaba, a todo sentimiento o deseo, pero...ver a Vi decidida a irse y dejarme cuestiono algunas partes de mi ser, estaba confundida con todo ello, sabía que quería que se quedara, pero también que la había decepcionado y fallado y aunque ella dijera esas cosas, sabía que no era lo que sentía pero ¿Qué podía decir o hacer para que se quedara?, nadie iba a ayudarla y si iba tras ella, ella no me lo permitiría, fue muy juzgada en este lugar, odiaba eso, no se habían tomado el tiempo de conocerla como lo había hecho yo en este tiempo e incluso en este breve periodo de conocernos al salir de Stillwater sabía que no huiría y que tenía un buen corazón.
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Fallout
FanfictionUna narración desde la perspectiva de Vi sobre sus momentos en Stillwater.