-2007-
La campana de la tienda sonó, indicando la llegada de un nuevo individuo al lugar.
-Solo soy yo, Shinichiro, no debes simular que trabajas- bromeo el rubio.
-Dirás eso cada que entres por esa puerta?
-Por supuesto- decía Mikey con una sonrisa -Izana mencionó que tenías algo para mi.
-Oh, cierto! Espérame aquí, no tardo- el pelinegro se levanto del pequeño banco que utilizaba para reparar motos y se dirigió hacia el cuarto de atrás del mostrador.
Mikey se limito a echarle un vistazo al lugar, no tenia mas que hacer en lo que su hermano regresaba. Este no se demoro demasiado, unos minutos después ya se encontraba saliendo por la puerta.
-Aquí tienes- dijo lanzándole algo, siendo atrapado por el mas bajo -la palanca que me pediste.
Mikey observo el objeto entre sus manos, era una palanca para la moto de Baji. Este no había podido encontrarla por ningún lado y eso lo tenia bastante frustrado, es por eso que el rubio decidió pedirle ayuda a su hermano mayor para conseguirla.
-Genial, Baji estará menos irritante.
-Pues, supongo que bien...- le sonrió -como esta Keisuke?
-Se la pasa detrás de Chifuyu, babeándose por todo lo que el hace- dijo burlón -Conociste a Chifuyu, cierto?
Shinichiro asintió levemente con la cabeza -un chico muy agradable.
-Lo es- asintió Mikey -se ven felices, en especial Baji, arrastrando al pobre Chifuyu a donde sea que vaya.
-Si es así, me alegro por ellos- sonrió una vez más el pelinegro.
-Yo también- Mikey se vio contagiado por la sonrisa del otro -Además, Baji es menos insufrible cuando el esta cerca.
Ambos echaron a reír, recordando al Keisuke que ambos conocieron tantos años atrás. Cada vez que el niño llegaba a la residencia de los Sano la convertía en una casa ruidosa y repleta de caos. Pues así era Baji, un crio tan enérgico, inquieto y chillón, pero no llegaba a ser molesto, al contrario, era siempre mas que bienvenido a poner patas para arriba el hogar de los Sano. Además de Mikey, sus hermanos e incluso su abuelo, le tenían un gran aprecio, era uno mas de los hermanos Sano, pero últimamente pasaba todo su tiempo con cierto rubio y olvidaba pasarse por ahí a pasar tiempo con su mejor amigo y su familia.
Continuaron charlando sobre cualquier cosa que se acordaran y bromeando de vez en cuando. Pero Shinichiro debía seguir con su trabajo y Manjiro planeaba llamar a Ken y juntos ir a colocarle la nueva palanca a Baji. Luego de despedirse el rubio se encontraba encarando hacia la salida, cuando el llamado de su hermano lo hizo frenarse y girarse hacia atrás.
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Final Feliz
Teen FictionLa vida cotidiana de nuestros personajes favoritos. Sin viajes en el tiempo y sin desgracias, solo niños jugando a ser pandilleros, mientras se enfrentan a las dificultades de la vida. -las imagenes no son mias, creditos a sus respectivos autores.