Encuentro

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Supuso que ese día sería como cualquier otro.

Afortunadamente se equivocó.

Una pelota que salió de la nada.

La unió con lo que seria su perdición.

El sonido del mar, logró ser testigo de esa tierna escena.

En donde dos almas se encuentran, para no alejarse jamás.

Coincidencia le llaman algunos.

Yo prefiero llamarle destino.

"Besos con sabor a cerezas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora