Supuso que ese día sería como cualquier otro.
Afortunadamente se equivocó.
Una pelota que salió de la nada.
La unió con lo que seria su perdición.
El sonido del mar, logró ser testigo de esa tierna escena.
En donde dos almas se encuentran, para no alejarse jamás.
Coincidencia le llaman algunos.
Yo prefiero llamarle destino.
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"Besos con sabor a cerezas"
Romance"El amor es como una cereza, puede llegar a ser tan amargo como un rechazo o dulce como un grato amor de verano." Esta es la historia de un cálido romance, en donde el único espectador es el océano, que hace acto de presencia junto con la unión de...