XVII.- Nueva Casa

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Stiles sonrió mientras dejaba una de las cajas en la cocina, toda la mañana había estado llevando algunas cajas a la nueva casa. Derek quería acompañarlo pero tenía una junta muy importante así que cuando terminé se reunirá con él y sus cosas. Los chicos estaban en el instituto así que ellos ayudarían una vez que salieran.

- ¡Llego la ayuda! – gritó Erika mientras detrás de ella entraban Boyd, Liam, Kira, Aiden y Ethan.

- ¡Chicos! Pensé que estaban ocupados – dijo Stiles mientras se secaba el sudor de la frente.

- Nos hicimos un espacio, Lydia se tuvo que quedar en el trabajo. Hay un caso importante que tienen que atender de hecho creo que Malia también está en ese. – le dijo Aiden con una sonrisa mientras levantaba una de las cajas más pesadas.

- Si, Malia quería venir pero como Lyds está en la oficina – le dijo Kira a su amigo mientras besaba su mejilla.

- No importa con su ayuda me siento agradecido. Pensé que haría la mayoría de las cosas solo.

- ¿Nosotros también podemos ayudar? – preguntó Erik mientras Thalia entraba a la casa con una bolsa llena de botellas de agua. A su lado estaba Cora, Allyson, Jordan y Peter.

- Vinimos en cuanto nos enteramos de que hoy sería la mudanza. – dijo Thalia mientras abrazaba al castaño.

- Muchas gracias, no tenían porque venir.

- Por supuesto que vendremos, eres nuestro yerno favorito – dijo Erik revolviendo el cabello del menor.

- No me voy a sentir ofendida – dijo Allyson con diversión mientras le daba un leve codazo al castaño.

- Nadie te quitará el puesto Allyson pero Stiles es diferente.

- Lo sé.

- Bien, entonces haremos esto así. Las cajas pueden meterlas los hombres mientras nosotras limpiaremos todo el lugar y empezaremos a desempacar las cosas de la cocina, sala de estar y otras habitaciones. No tocaremos las cosas de los chicos porque son adolescentes y recuerden que es zona prohibida. – ordenó Thalia.

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Para cuando Derek llegó a la nueva casa las cosas estaban casi acomodadas y en su sala de estar ahora descansaba su familia y amigos mientras que escuchaba las voces de Stiles y los hermanos en el piso de arriba. No pudo evitar sonreír al escuchar a los menores exclamar con emoción.

- Bienvenido, hijo. Te toca ayudar a tu novio. – le dijo Thalia desde el sofá sin siquiera verlo.

- Gracias por ayudarlo. No quería dejarlo solo pero tampoco podía dejar tanto trabajo en la oficina. – dijo Derek mientras dejaba sus cosas en una de las sillas del comedor.

El Hale subió encontrándose con Stiles en la que sería ahora es su habitación, la mayoría de las cosas ya estaban acomodadas y algunas de sus cajas estaban en una esquina esperando a que él las desempacara.

Derek se acercó por detrás abrazando a su novio por la cintura mientras dejaba un suave beso en el cuello del menor.

- Hola. – le saludó.

Stiles giró sin alejarse de los brazos de su novio.

- Hola. ¿Cómo estuvieran las cosas en la oficina? ¿Mucho trabajo?

- Todo bien. Terminé los últimos contratos con los clientes. Desde ahora tendremos poco trabajo por un tiempo así que podremos relajarnos. – sonrió con ternura – Traje una parte de tu trabajo de hoy porque te conozco y si no lo traía me iría mal.

Stiles sonrió con diversión, dejó un beso en los labios de Derek.

- Me conoces muy bien. – le respondió mientras se separaba del mayor.

- ¡Sti! – le llamaron los gemelos entrando a la habitación.

- ¿Qué pasa chicos? – les preguntó Stiles mientras se acercaba a la entrada.

- ¿Nos ayudarías con nuestras cosas? No sabemos como acomodarlas.

Derek vio con ternura como los menores tomaban las manos del castaño y se lo llevaban mientras que él sonreía con cariño. Había conseguido al mejor novio que podría haber deseado; un chico cariñoso, leal, que cuidaba a sus hermanos con todo su corazón, los amaba sin importar lo mucho que se ha esforzado por que ellos tengan una buena vida. Stiles es un hombre que sacrifico todo por sus hermanos y sin una obligación de hacerlo porque bien que pudo haberse ido y dejarlos a su suerte pero decidió quedarse. Decidió darles la vida que él no tuvo, una felicidad que jamás experimento.

- ¡Derek! Ven a ayudarnos. – le gritó Stiles desde el cuarto de los gemelos.

Stuart se rio mientras asomaba la cabeza por la puerta de la habitación.

- Ya te tienen domado. – se burló el menor.

- Algún día lo entenderás cuando Neha empiece a decirte como hacer las cosas. Tú solo serás su fiel sirviente dispuesto a hacer lo que ella necesite y quiera. – le dijo Derek mientras revolvía su cabello con cariño.

- El amor te volvió demasiado cursi.

- Apenas estás empezando a salir como tu novia solo espera un poco y verás. Derek tiene toda la razón, harás lo que ella quiera y necesite. – rio levemente – Yo decía lo mismo que tú y ahora soy el esclavo de mi amada Katrina incluso ya esta buscando departamento para que vivamos juntos y nos veamos siempre en la universidad y yo no le digo nada. Novia feliz, vida feliz. – le dijo Mitch mientras caminaba hacía su habitación con una caja en sus manos.

- Ya lo veremos. – le dijo Stuart mientras se metía dentro de su habitación de nuevo.

Derek podría acostumbrarse a esta vida sin problema. Siempre habría algo que hacer o cosas que lo entretuvieran, le gusta. 

Broken HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora