Crónicas de una estrategia para el trono [BL]

Capítulo 158.- Heimos: Quiero un beso y un abrazo

  La atmósfera originalmente tensa y peligrosa de repente dio un giro, y los movimientos de casi todos se estancaron por un momento.

Sin mencionar al comandante de los caballeros que todavía estaba tirado en el suelo, incluso Shulos, que había sacado su arco no muy lejos y miraba a Heimos listo para disparar la flecha en cualquier momento, le estrechó la mano.

Este desarrollo... parece que algo anda mal?

Casi todos los caballeros que ya habían preparado 'Heimos herirá a Garlan en la fuga, y se apresurarán a salvar al Príncipe Garlan' están atónitos.

Mirando a Heimos sosteniendo a Garlan con fuerza en sus brazos, y examinándolos con ojos agudos y vigilantes, ¿por qué parece que aquellos que quieren salvar a la gente se han convertido en malas personas?.

Incluso Garlan, que estaba custodiado por Heimos, estaba un poco confundido.

Se apresuró justo ahora e hizo todo lo posible para arrastrar a Heimos hacia atrás. Estaba listo para luchar contra el loco Heimos y luego ser derrotado por él...

Quién sabía eso antes de que tuviera tiempo de hacer algo, Heimos extendió su mano derecha, lo agarró y lo abrazó.

Debido a que lo abrazaron con demasiada fuerza, Garlan apretó todo su cuerpo contra Heimos.

Todavía un poco confundido, solo puso su rostro en el pecho del otro, parpadeó y volvió a parpadear.

"... ¿Heimos?",

Garlan levantó la cabeza y gritó.

Heimos lo miró y pareció responderle con un murmullo subconsciente, pero la expresión parecía un poco perdida.

Las pupilas también estaban ligeramente dispersas, como si miraran un vacío muy distante, sin poder enfocarse en un solo lugar.

Garlan vio los ojos de Heimos. Los ojos rojos dorados originales eran mucho más ricos de lo habitual. El color era como si algo los tiñera de rojo. El oro claro estaba presionado.

Las cuencas de los ojos estaban envueltas en las sombras del pelo de la frente negro azabache disperso, y sus ojos estaban ligeramente sombríos.

Esa mirada es realmente demasiado aterradora y, a primera vista, hace que la gente se estremezca.

Garlan también se sorprendió por un momento, pero no porque estuviera asustado por los ojos de Heimos en ese momento.

Se sorprendió porque los ojos de Heimos en ese momento ya eran cinco o seis puntos parecidos como los de las generaciones anteriores.

Antes de que pudiera pensar en ello, Garlan inconscientemente extendió la mano para sostener la mejilla de Heimos, tratando de sostener la cara del otro, para que los dos pudieran mirarse.

"Heimos"

Sosteniendo las mejillas de Heimos con ambas manos, susurró de nuevo.

"¿Puedes reconocerme?" Probó suavemente, "¿Sabes quién soy?"

Las pupilas de Heimos todavía estaban un poco flojas, pero ahora Garlan lo sostenía, sus rostros se enfrentaban, la sombra de Garlan se reflejaba en las pupilas, y sus pupilas parecieron encogerse.

Había un fuego ardiendo en su corazón, y el fuego quemó sus órganos internos, como si realmente quemara su carne e incluso sus huesos y su sangre.

En el momento en que Garlan lo tocó, la frescura de las yemas de los dedos que sostenían su mejilla pareció filtrarse en su piel, haciendo que el enrojecimiento de sus ojos se disipara un poco.