capitulo 3

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Ha transcurrido una semana desde nuestro último intento fallido de contactar con la chica, y digo fallido  porque la chiquilla no dio señales de vida, mi plan era decirle una que otra cosita cursi y sentimental de todo lo que vivió, al mismo tiempo que la engatusaba para mantenerla bajo perfil — por el momento —

Al no obtener el resultado deseado me tocará pasar al plan B, este  solo llevará más esfuerzo y dedicación pero será igual de infalible como el primero.

No sé impacienten ya luego descubrirán a que me refiero. 

Siento como  tocan mi hombro para llamar mi atención, cosa que logran con éxito. Miro sobre mi hombro para ver de quién se trata.

Sebas.

— Hermano, ya está listo lo que me pedistes — señala el fondo de la habitación con la cabeza.

Asiento en señal de agradecimiento y con eso se va junto con todo el equipo, me pongo de pie, rodeo el sofá en dónde descansaba anteriormente y camino con calma para reunirme con el resto.

Detallo a las personas frente a mi enfocándome en uno, tiene un poco de barba y  está más gordo que la última vez que lo ví pero sin perder su masa muscular.

— Recluso 227, ¿Cómo va su estadía en ese hotel de lujo? — me burló un poco.

— Como la mierda — y con eso todos romper en carcajadas.

— En definitiva el naranja es tu color — sigo con mis burlas.

Marcus Cabello, detenido hace dos años por robar y vender información del gobierno cubano a enemigos. Digamos que gracias a dinero y buenos contactos tiene uno que otro lujo dentro de la cárcel, y eso nos ha dado la posibilidad de tenerlo de nuestro lado.

— Miren a quien tenemos aquí, Diego Sevilla, la personificación de misterio y anonimato — hablo mirando a nuestro otro invitado.

— Brus, al grano— conteste con fastidio.

" Tan dulce como siempre"

Me gusta.

— Bien, al grano entonces. Los necesito para concretar un plan que traigo entre manos — les suelto sin rodeos.

— ¿De cuánto dinero estamos
hablando? — pregunta nuestro anónimo.

— cero — digo sin pensarlo mucho.

— ¿Cómo que cero, explícate? — se alarma Marcus.

— Como lo escucharon, no robaremos nada — veo sus rostros de confusion.

— ¡Habla de una jodida vez! — se impacientan.

— No habrá dinero porque no robaremos a nadie, esto se trata de cuentas pendientes contra el gobierno
Venezolano y uno que otro aliado — se los resumo.

— No cuenten conmigo, lo personal y lo laboral no se mezclan, ese es su lío no el mío — sin darnos oportunidad de convencerlo desconecta la conección quedando la pantalla en negro.

— El enmascarado tiene razón, esto no es nuestro asunto — concuerda Marcus.

Antes de que también le de por desconectarse hablo.

Big ConnectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora