< La perdimos >

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Fueron en motos que Brian les había prestado, una conducida por el motoquero, que llevaba atrás a Manu, y la otra por Del, que llevaba atrás a Mati. Estaban saliendo del pueblo y la tensión se sentía en el ambiente, sabían que nada bueno saldría de ahí.
Delfi estaba callada, su inicial era la siguiente, realmente quería seguir viva aunque lo ocultara bajo un "me chupa un huevo", realmente tenía miedo.
Llegaron al lugar, era hermoso, las flores cubrían el enorme terreno, es la clase de lugar donde no esperas confrontar a un loco con un arma. Bajaron de los vehículos, no había nadie más que ellos en ese lugar, por ahora..
Delfina, sabía que a esta no la iba a contar, estaba segura de que era la próxima, así que aprovecho el momento para hablar

D: Si algo me pasa, los quiero

Mc: Yo también -lo dijo en seco, pero decía la verdad-

B: Y yo

Mg: Yo más -rapidamente se lanzó a abrazar a la ahora chica rebelde, dándole a entender que realmente ella le importaba-

Delfi mantuvo el abrazo, hasta que se dieron cuenta que era hora de actuar, debían meterse al campo de flores, quizá el asesino estaba ahí dentro, oculto, pero por estar siendo cursis jamás lo descubririan.
Caminaron por ahí dentro, el lugar hubiera transmitido paz sino fuera por el hecho de que estaban por enfrentarse a un peligroso ser humano.
Y de repente, allí la vieron, una camioneta que estacionó cerca de ellos, involuntariamente la patente de esa Amarok  quedo grabada en la mente de Mati "MYA 509" , de ella bajó nuestro buen amigo, la persona que nos quería matar, traía una máscara blanca y tenía el pelo corto, era un hombre.
El psicópata no lo dudo, agarro a la chica cercana a él y la apuñaló en el estómago, los demás presentes comenzaron a tirarle piedras en un intento desesperado de que se fuera, creo que una le debió haber dolido, porque abandono el campo, subió a su moderno vehículo, y se marchó, no lograron ver su rostro o hacerle frente siquiera, pero ahora tenían un problema peor, una chica inconsciente con al rededor de 15 apuñaladas en el abdomen estaba allí, tendida en el suelo, tiñendo los hermosos narcisos amarillos de un color rojo, rojo sangre.

Mc: Chicos, saquense las remeras! Necesitamos hacer presión para que la hemorragia pare

Brian y Mati obedecieron, así Manon enredó los pedazos de tela sobre el cuerpo moribundo de la tipa y logró detener el sangrado, ahora, solo quedaba hacerla reaccionar.

Mc: No encuentro su pulso! No tiene pulso!

Mg: Esto es malo..

B: Claro que es malo, se está muriendo!

Manu comenzó a hacerle RCP mientras repetía una y otra vez "porfavor quédate acá, porfavor". Pasaron 15 minutos y la piba no despertaba, pero Manon se rehusaba a dejarla morir, no se iba a permitir eso, así que seguía insistiendo..

B: Manu, basta, ya esta

Mg: Si, es en vano, ella ya no es-

Mc: Porfavor quédate acá -seguia repitiendo ignorando los comentarios de sus compañeros de investigación-

B: Manu! Pará!

Mg: Ya esta, la perdimos

Manon comenzó a llorar, tenía las manos ensangrentadas, su cabeza pensaba en mil cosas, en sus recuerdos con su ex amiga, en sus risas juntas, en cuando eran inseparables, todo eso se había ido a la basura hace mucho, pero verla muerta, eso dolió, demasiado..

El asesino de las flores amarillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora