ONE-SHOT

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-Puedes quedarte en mi casa, si quieres-

-No creo que a mí bando le guste eso-

-Ya no tienes un bando.. ninguno de los dos lo tenemos, estamos de nuestro propio lado, como dijo Agnes tenemos que elegir nuestras caras con prudencia-

Crowley hizo la parada al camión que se dirigía hacia ellos, subieron pensando en lo que les deparaba el futuro.

Se sentaron el uno a lado del otro no era la primera vez que sus hombros se tocaban pero está vez era diferente, les producía una paz y tranquilidad que no habían experimentado en los seis mil años que esperaban el Armagedón.

Aziraphale aprovecho la pequeña diferencia de altura y se recostó en el hombro de Crowley, lo cual hizo que el demonios se sorprendiera, lo observó por un momento y admiró lo que tenía frente a sus ojos, casi por inercia dejó caer su cabeza sobre la del ángel y sintió como poco a poco Aziraphale descansaba.

El viaje fue pacifico y hermoso, había más personas en el autobús pero se sentían los únicos ahí.

Llegaron a la resistencia de Crowley y como si no fuera la gran cosa el demonio tomo por la manga al ángel con la excusa de que no se perdiera.

Lo primero que hizo fue presentarle sus plantas, quería recibir un cumplido de su ángel.

-¡Espero!- entro gritando a la habitación - ¡que estén presentables, que hoy tenemos un invitado! ¡Y no quiero un solo error!- analizaba las plantas de arriba a bajo buscando alguna imperfección.

De alguna manera eso le parecía adorable a Aziraphale pero no sé atrevería a decirlo en voz alta, no quería quedarse sin alojamiento.

-Puedes pasar ángel - las plantas temblaron nuevamente al ver al invitado, no sabía si era igual o peor a su dueño.

- Crowley, que lindas plantas-

-Si... ¿espera que?-

Las plantas dejaron de temblar, por primera vez recibían un cumplido, será a caso un nuevo dueño o solo un visitante, si se quedaba permanente lo agradecerían mucho.

-Son magníficas-

-Esta bien, está bien ángel deja de darles cumplidos que perderé mi autoridad aquí-

El resultado que esperaba era un cumplido hacia el y no a las plantas, no resultó.

Crowley estaba nervioso no sabía cómo actuar al tener a Aziraphale en su casa y no tenía ni idea en donde dormiría su querido ángel, a veces no es bueno ser impulsivo.

Veía como Aziraphale contemplaba su condominio con tranquilidad - Bueno ángel te puedo ofrecer algo para beber, ¿ron, whisky, rompope? - ya ni sabía lo que decía.

-No creo beber mucho está noche-

-¿Un te? entonces, creo tener cocoa por si quieres algo dulce-

-¿Por que tienes cocoa? pensé que casi no consumías cosas dulces-

-Ni siquiera recuerdo cuando la compre- mentira, siempre se imagino que alguna vez Aziraphale estaría en su casa y quería estar preparado.

Crowley se fue a preparar la cocoa que tanto le gustaba al ángel, dejándolo solo en esa gran habitación, se percató de algunas hojas que volaban alrededor y vio de que se trataba eran múltiples imágenes de estrellas y planetas, cayó en cuenta que eran a dónde Crowley pensaba irse.

-Podemos escapar juntos- se repitió aquellas locas palabras, en ningún momento pensó en dejarlo, el no quería estar del lado de nadie solo quería estar con el, en ese momento reaccionó - Por dios- seis mil años tarde pero reaccionó.

✨Ⓔ︎Ⓢ︎Ⓐ︎ Ⓝ︎Ⓞ︎Ⓒ︎Ⓗ︎Ⓔ︎✨ (𝐺𝑜𝑜𝑑 𝑂𝑚𝑒𝑛𝑠) 𝙾𝙽𝙴-𝚂𝙷𝙾𝚃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora