Hijo rebelde

Capítulo 2: Noche oscura

N/A: ¡ADVERTENCIA! ¡ADVERTENCIA! ¡ADVERTENCIA!

Spoilers de Detroit: ¡Become  Human! Repito, spoilers! También ciertos temas, por lo que has sido advertido.

Ahora, a otros asuntos. Voy a colocar esta nota en las próximas actualizaciones para correr la voz y conversar mejor con todos.

Últimamente, he estado recibiendo múltiples ofertas para actualizar historias por dinero. Con eso, me refiero a que la gente me está ofreciendo dinero en efectivo para actualizar un fic determinado antes que otros, o publicar uno nuevo, y recibir un pago a cambio.No daré ningún nombre por el bien del anonimato y cosas por el estilo, pero, bueno. Ahí tienes.

Yo... no estoy muy seguro de cómo sentirme acerca de esto, honestamente.

Por un lado, sin duda proporcionaría algunos ingresos muy necesarios en estos tiempos oscuros, pero en la misma línea nunca antes me habían pagado por escribir fanfiction. Ni una sola vez. Nunca he cobrado ni un centavo por nada de esto. No manejo un P atreon como algunos autores en este sitio -¡eso es asunto de ellos, no mío!- ​​y debo admitir que hay una parte de mí que se siente algo incómoda con eso. Si me empezaran a pagar por escribir estas cosas, eso haría de esto... bueno... un trabajo. Hay una parte de mí a la que nada le gustaría más que escribir estas historias a tiempo completo y vivir de estas comisiones, pero... 

¿Pensamientos?

Supongo que estoy divagando, pero solo quería escuchar lo que otros piensan.

Ahora bien, ¡a la actualización! Dado lo que sucede en este capítulo... bueno... PREPÁRESE.

"¡No la toques! ¡Levanta la mano de nuevo y la mano sale!

"¡Vete a la mierda! ¡Ella es mía! ¡¿No tienes derecho-aargh?!"

"Entonces. Has elegido la muerte".

~?

Noche oscura

"¿Estás seguro de esto?"

Naruto sabía cómo se sentía la culpa.

La culpa era una sensación terrible para un inmortal; una gran sensación de peso en tu pecho que parecía volverse más y más pesada con cada día que pasaba. Simplemente... se sentó allí, estrangulando todo. Sacando la alegría de la vida. Le robó toda la alegría a la vida. Todas tus esperanzas, todos tus sueños, todo lo que alguna vez amaste. Todo se convirtió en ceniza.

Él lo sabría; había llevado su culpa con él durante siglos.

Con edad tras edad, su carga había crecido. Familia tras familia fallecieron, dejándolo atrás mientras el tiempo cobraba su amargo precio. Incluso cuando no fue así, se vio obligado a verlos envejecer y morir. De nada le sirvió devolverlos a la vida; la mente humana no estaba destinada a experimentar ese tipo de trauma una y otra vez. Hizo cosas horribles para aquellos a quienes había llegado a cuidar. Finalmente, no tuvo más remedio que renunciar a él. Había muerto innumerables veces desde entonces, pero ninguno de ellos se quedó. La vida perdió su brillo. Había tratado de distraerse de eso en los años siguientes, haciendo tonterías, tonterías para mantener su mente alejada de la eternidad.