Para ti, tal vez

10. Amor

No siempre he creído que el amor duele, pero cada vez que amaba a alguien, me destruía.

De pequeña no me enseñaron que el amor dolía, conforme crecí, desarrollé la idea de que era mentira las cosas buenas de las que me habían hablado al sentirlo.

Y me da miedo amar.

Da miedo abrirte hacia otra persona, confiar con los ojos cerrados, creer que querrá todo lo bueno para ti.

Porque un día se irá de tu vida de la forma más dolorosa que pudiste haber imaginado, cuando creíste por promesas que se quedaría.

Aprendes a no amar para no lastimarte, aunque el intento sea en vano, ya que por alguna razón tienes la necesidad de amar a quienes te rodean.

Las personas vienen y van, intentas no aferrarte a ellas para que así su partida no te marque más.

Las personas cambian, es algo que sabes, pero jamás pensaste que alguien cambiaría para dañarte, de nuevo.

Crees en las segundas oportunidades y las das. Quizá una tercera estuvo de más.

Tú también tienes tus límites y dejas ir a esa persona. Por más que se aferre a volver, no la dejas.

De las experiencias se aprende, y cuando llega otra persona, sabes lo que tienes que hacer: no amar.

Sin embargo, crees que será diferente y te lo demuestra, aun así, el miedo constante de que te dejará te consume.

Pienso que el amor es de valientes. Un día decides confiar que alguien te amará verdaderamente y, a pesar de saber las consecuencias, decides enfrentarlas.

Fui valiente contigo al seguir amándote y a confiar que tú harías lo mismo.