Para ti, tal vez

18. Luz

No te confíes de lo que la noche y la oscuridad te hagan pensar.

Créele a la luz y al viento lo que te susurran a gritos.

Que te piden que vuelvas aun sabiendo la posibilidad de caer otra vez.

Después de todo estarán para levantarte.

Y es que la luz siempre te sigue.

Guían el camino de tu esperada felicidad.

Te acompañará en tus luchas internas, las que callas y escondes de todos a tu alrededor.

Porque la luz nunca se va.

Podrás creer que está escondida, pero sólo eres tú.

Tú enfocándote más en la oscuridad que no te das cuenta que la luz siempre estuvo ahí, esperando el día en que te des cuenta que siempre estará contigo.