Capítulo 33

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Verdad o reto.

Un juego creado hace ya varios años donde las mayores verdades salen a la luz en forma de confesiones o de actos. Lo jugamos cuando somos pequeños y cuando no lo somos tanto, pero el resultado siempre es el mismo. Tener una excusa para hacer o decir lo que quieras.

Porque nadie te obliga a decir la verdad. Puedes inventarte cualquier cosa y nadie sabría que en realidad es mentira salvo tú mismo. Ni tampoco te obligan a cumplir un reto. Siempre tienes esa opción de elegir otro reto a no ser que no te importe tanto hacerlo o que en verdad quieras hacerlo.

Por eso siempre me ha gustado este juego. Porque a través del estudio de las expresiones puedes saber si alguien dice la verdad. Y la mejor parte, saber en qué está interesada la gente en ocultar.

Era un juego que los inocentes considerarían divertido, pero que los sabios consideraran peligroso.

Por eso cuando Greta propuso jugar a este juego en casa de los hermanos King, no pude negarme.

Habíamos decidido venir aquí porque al día siguiente no teníamos que madrugar, ya que era fin de semana, y hacía mucho frío fuera. El trío no pudo venir porque habían quedado con otros amigos, y aunque le ofrecieran a Chelsey venirse también, ella se negó diciendo que no quería compartir espacio conmigo.

Supongo que pensaba que diciendo esto los hermanos me dirían que no viniera solo para que ella pudiera ir, pero la jugada no le salió como esperaba porque ellos respondieron con un simple "pues vale".

Así que acabamos Greta, Decker y los hermanos en su sala de juegos con vasos de chupito siendo llenados por Calum.

Él se ausentó gran parte de la semana, y cuando vino le sorprendió el hecho de que había dejado de ignorarlos. Le di la misma excusa que a sus hermanos cuando me preguntó, y cuando yo lo hice sobre su ausencia, me dijo que un amigo suyo había tenido un accidente.

La primera persona en la que pensé fue a la que apuñalé cuando los seguí hacia ese extraño almacén. Podría ser él perfectamente, pero entonces ¿por qué solo él se había ausentado y no todos los King?

Cuando sus hermanos le contaron acerca del cuadro, que a día de hoy reposa encima de mi cama, se lo tomó bastante bien. Se rió. Hasta que le enseñaron una foto que le tomaron durante la exposición. Entonces ya no le hizo tanta gracia.

Maxon estaba un poco resentido conmigo por ese momento. Sus gruñidos ahora eran más altos y me miraba con los ojos entrecerrados, pero mas allá de no importarme, eso era música para mis oido. Porque si le afectó tanto mi cuadro significaba que me deseaba.

Y todos sabemos cómo actúa el típico machito cuando alguien más tiene lo que ellos quieren. Se vuelven locos. Y desean aun más aquello que se les ha sido negado.

— Verdad o reto Cass — le preguntó Greta con una mirada juguetona.

— Verdad.

Greta se quedó pensando unos segundos hasta que pareció tener algo bueno que preguntar.

— ¿Qué es lo más vergonzoso que te ha pasado en la vida?

— Vaya mierda de pregunta — Maxon resopló.

Greta lo miró mal.

— Es para empezar tranquilos. Ya iremos subiendo el nivel.

Maxon rodó los ojos y Cassius se quedó mirando a una esquina de la habitación con los ojos entrecerrados mientras pensaba.

Estábamos sentados en los sillones oscuros que había al lado de la mesa de villar. La sala era bastante oscura y estaba iluminada por luces led de color violeta pegadas en lo bajo y alto de las paredes además de las lámparas. Tenían una barra con una britana con los mejores alcoholes del mundo, además de una pantalla plana conectada a distintas consolas como la play o la nintendo.

Salvación o condena [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora