Mientras Lux me llevaba hacia mi habitación, por primera vez me fijé en ella realmente, su largo y sedoso pelo rubio, la silueta de su cuerpo, el cual no tenía unas curvas exageradas pero tampoco inexistentes, las cuales realzaba la única pieza de armadura que llevaba, el torso, por no hablar de sus inocentes ojos azules.
Me parecía algo mona en cierto sentido, tiene una estatura promedio y a pesar de eso le saco una cabeza, creyendo reír para mis adentros, sin querer, de forma inconsciente solté una pequeña risa de la cual Lux se percató, dándose la vuelta, mirándome con curiosidad en sus ojos y una leve simpática sonrisa en sus labios -¿Qué es tan gracioso?- preguntó -¿Eh? Nada, cosas de aventureros, no lo entenderías- respondí de forma soberbia.
La chica me miró ladeando la cabeza y las manos a la espalda -Está bien, por cierto ésta es tu habitación- me dijo de forma animada, señalando la puerta frente a nosotros en medio de otras muchas puertas en un largo, elegante y solitario pasillo. Me aproximé a la puerta abriéndola con mi mano derecha, la habitación era amplia y lujosa, una habitación típica de un palacio. Al entrar, sin darme la vuelta le dije -Puedes entrar si quieres, sería aburrido esperar aquí las próximas horas solo, hasta la entrega de la medalla- la chica dudó por un momento antes de contestar -Si vuelvo ahora, tendré que volver a estudiar, así que aceptaré tu propuesta- terminó de decir mientras miraba a ambos lados del pasillo, comprobando que no había nadie antes de entrar a mi habitación.
-Ponte cómoda, después de todo es tu palacio- dije mientras cerraba la puerta tras ella -Pero esta es tu habitación ahora- contestó sentándose sobre la cama de forma despreocupada, mientras yo observaba que podría "tomar prestado" de aquella habitación que me sirviera. De repente ella me preguntó con curiosidad -¿Qué es ese guantelete que llevas?- y con mi tono característico respondí satisfaciendo su curiosidad -Intrigante ¿Verdad? Lo encontré en Shurima- la rubia me miró con emoción, comenzando a avasallarme con preguntas -¿¡Has estado en Shurima?!¿¡Como es?!- reí levemente mientras alimentaba mi ego -Yo he estado en todos lados guapa, y con respecto a Shurima no hay mucho que decir, arena, calor y ruinas, no mucho más- suspiró de forma soñadora -Que suerte... Yo no puedo salir del palacio...-
Tras un silencio, suspiré sentándome a su lado -Qué remedio... Tendré que contarte las increíbles historias y hazañas del legendario Pluma Azul- inevitablemente sonreí levemente de forma tierna y algo atontado al ver cómo se le iluminaba la cara a la linda chica que estaba frente a mi.
La próxima hora, la pasé contándole algunas de mis mejores aventuras, donde ella no habría ni imaginado conocer nunca, mientras fielmente escuchaba cada detalle que salía por mi boca.
-¿Sabes Lux? Los demacianos además de arrogantes, sois hipócritas- solté de repente, lo que hizo que ella se desconcertara por completo -¿Q-Qué?- respondió de forma escueta -Vosotros prohibís la magia, la perseguís y la sentenciáis, pero aún así tenéis a Galio, una montaña mágica esculpida para proteger Demacia, por no hablar de la princesa lanza rayos desintegradores- dije sin tapujos, lo que hizo que ella se pusiera extremadamente nerviosa y contestó -N-No sé quién te ha dicho eso de mi, pero no es cierto ¡Yo no hago magia!- en respuesta alcé una ceja y puse los ojos en blanco de forma sarcástica -Nadie me lo ha dicho, lo vi yo con mis propios ojos-.
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Magia Oculta ~{Ezreal x Lux}~ [League of Legends]
FantasíaUna bonita tarde Lux se topó con nuestro aventurero Ezreal, cosas asombrosas le muestra a la luz, sin saber que cuanto más poderoso es el brillo, más intensa es la sombra.