Si le gusto o no, es su elección

596 54 9
                                    


—¡Oye, Ninguang!— dijo Beidou, intentando llamar la atención de la socialité.

Todos se habían ido una vez derrotaron a Beisht, la vengadora del vórtice. Solamente quedaban un par de miembros de la geoarmada y Ninguang. Ella estaba lista para irse, pero los intentos incesantes de llamar su atención de la pirata le hicieron enfadar. Sin embargo, le interesaba saber qué tenía que decirle.

—¿Qué se te ofrece, Beidou? Ya sabes que mi agenda está muy apretada y no tengo todo el tiempo del mundo.

—No hay problema— dijo la pirata, con una sonrisa enorme en su rostro y una botella de licor en la mano. —Iré a vuestra cámara de jade una vez hayáis terminado vuestra celebración.

—¿Y por qué debería dejarte pasar sin haberme citado de antemano? — dijo Ninguang. Molestia e intriga era un eufemismo para describir cómo se sentía en ese momento exacto.

—Aún tengo que hacerte mi pregunta.

Ninguang se enfadó ¿Cómo se atrevía aquella mujer a desobedecer sus reglas? Había dicho que sólo en aquel momento respondería preguntas. Aún así la capitana tan insolente quería hacer las cosas a su modo. No iba a permitírselo ¿o si?

—Creí que no tenías nada que preguntarme. — dijo el equilibrio celestial, cruzada de brazos.

—La viajera, Paimon y Shenhe estaban ahí. No creo que hubiera sido prudente preguntarlo con un público de por medio ¿no creeis?

—Entonces dime cuál es tu pregunta—dijo mientras apoyaba su puño en su mentón de manera delicada. Soltó un leve suspiro que la capitana no llegó a escuchar.

—Ya te he dicho, te la diré una vez vuestra celebración haya acabado— Beidou se rió de manera tosca y burlona, lo cual hizo enfadar un poco a Ninguang.

La capitana de la flota Crux Meridianam estaba intentando agarrar a Ninguang cuando ella estuviese sola. Al equilibrio celestial aún se le hacía raro, Beidou normalmente nunca era sutil a la hora de pedir algo. El cambio en ella intrigaba a Ninguang.

¿Qué era aquello tan importante que tenía que preguntarle? ¿Por qué tenía que ser en privado?

En unas cuantas horas lo sabría.

—Bueno, si quieres algo más "privado" te lo concederé—Ninguang se dio la vuelta, lista para que la escoltaran a tierra firme. —Ven a la cámara de jade exactamente a la media noche, para ese entonces solo estarán mis secretarias más cercanas.

—¿No podríais hacerlo sólo entre nosotras dos? — Dijo con lo que Ninguang juró que eran nervios.

—Como desees. Le instruiré entonces que se retiren una vez estés frente a mi.

—¡Hecho!— sonrió y le instruyó a su tripulación que regresasen al bosque de piedra Guyun.

Una vez dio la media noche, Ninguang aún no se podía creer que Beidou había hecho todo ese revuelo para invitarla a una cita.

No podía soportar a aquella mujer. Sin embargo, aceptó la invitación sin pensárselo 2 veces.




I Can't Stand That Woman [Beiguang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora