Lia. – Porque fui yo quien te eligió para esta misión, soy yo la que lleva desde que entraste a los militares programando tus entrenamientos... Esta cría lleva contigo desde que te sacaron de las calles Shadow… (Le explica con la misma dulzura con la que le hablas a alguien herido mentalmente)
Shadow. – Tú...¿tú me has convertido en lo que soy?... ¿Incluso lo de mis...? (Dice señalándose las pupilas, tras un largo periodo de experimentación y entrenamiento consiguió desarrollar un control superior de sus ojos, permitiéndole reducir la pupila a voluntad para maximizar su concentración y precisión a distancia)
Lia. – (Asiente despacio sin apartarle la mirada) ¿Recuerdas las cartas que te daban de tu entrenador anónimo animándote a seguir? ¿Diciéndote que eras la mejor alumna que había tenido nunca?
Shadow. – Sí...recibía una cada poco tiempo...era como un ángel guardián… (Dice mirándola a los ojos y entendiendo que ella era el ángel)
Lia. – Era yo, cada día recibía tus estadísticas, rompiste todos los esquemas de cualquiera, nadie confiaba en ti... Yo lo hice y callaste todas las bocas que hablaban mal de ti... Y de mi, por no rendirme.
Shadow. – Joder...esto sí que no me lo esperaba… (Mira a Lia muy sorprendida, como cuando un niño pequeño recibe regalos por navidad de un supuesto hombre de rojo mágico) Dios… Pero...¿por qué me elegiste a mí?
Lía. – No creo que sea el mejor momento para esta conversación shadow..., ¿podemos ir al piso de abajo y curar esa herida tan fea?
Shadow. – Está bien… Pero sigamosla después por favor...tengo muchas preguntas (La mira inocentemente)
Lia. – (Sonríe al verla, le da un besito en la mejilla y le susurra) Prometo contestar a todas las preguntas que tengas cuando estemos a salvo ¿de acuerdo?
Shadow. – De acuerdo...vamos entonces a curarme la herida por favor...no me quiero desangrar aquí... ¿Tú tienes alguna herida?... (Le mira preocupada)
Lia. – Nada grave, tranquila, me preocupa más tu hombro
Shadow. – Bueno...yo no tengo mucha idea de curar, depende de tí otra vez maestra (Se medio ríe y le mira a los ojos)
Lia. – (Se ríe por la forma en la que se ha referido a ella) Baja anda, yo me encargo de que no mueras desangrada.
Shadow. – Recibido… (Baja las escaleras hasta el piso inferior, donde está la habitación en la que mataron a los mafiosos y se sienta apoyada en una pared)
Lia. – (Llega poco después a la habitación con una grapadora, un par de botellas de agua y unas toallas)
Shadow. – (Ve la grapadora y empieza a reírse) Ay Dios...más grapas otra vez, voy a acabar pareciendo un cuadernillo de tantas grapas y puntos
Lia. – (Mira a shadow riéndose) No seas tan cafre y no necesitarás tantas grapas, seguro que si trabajarás en una oficina no tendrías tantas cicatrices (Sigue riendo agachándose frente a ella dejándose a mano todo lo que necesita)
Shadow. – Ya...pero tampoco es como si pudiera elegir cambiar de trabajo, pero bueno, no me quejo...aquí al menos soy útil en algo...normalmente (Dice pensativa mientras espera a las grapas)
Lia. – Siempre has sido útil shadow, estuvieses en armas, en antidrogas o donde te pusiera ese mes, todo lo haces bien (Dice en voz alta sin pensar mucho)
Shadow. – Bueno...apretar un gatillo es mi vida supongo. ¿Sabes qué?...casi no tengo recuerdos de mi pasado antes de venir a América, solo recuerdo ser huérfana y vivir de mendigar...pero hay cosas que faltan...como mi nombre de nacimiento...Alice me lo pusisteis al llegar aquí… (Le mira a los ojos creyendo que ella tendría una respuesta)
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The promised neverland
AléatoireTras una infiltración en el edificio, donde los altos mandos de la mafia están celebrando un botín reciente, por medio de los conductos de ventilación, ambas se encuentran a pocos metros de la habitación donde los mafiosos están bebiendo como animal...