Recostadas en un sillón, Lisa sobre su pecho con los ojos cerrados, susurrando una canción. Amabas lo sabían, su amor se iría. Una quedaría allí, otra allá. Nunca más juntas.
Diario
Recostadas en un sillón, Lisa sobre su pecho con los ojos cerrados, susurrando una canción. Amabas lo sabían, su amor se iría. Una quedaría allí, otra allá. Nunca más juntas.