Venezuela.... Hermosa Venezuela, el país de lo imposible volviéndose posible, y aunque se cumplía de forma realmente negativa esa descripción, se cumplía. Al estilo de Alicia en el país de las maravillas, ahí todo lo que debía ser, no era, y lo que no debía ser, sí era.
Algo maravilloso de Venezuela siempre fue como en un punto de la historia a otro todos sus habitantes tenían antepasados de todo tipo, no solo indígenas, colonizadores españoles y esclavos negros, no señor, también descendientes de italianos, estadounidenses, gente de medio oriente, asiáticos (mayormente chinos), etc, etc, etc. Una lista inmensa.Un ejemplo de habitante italo-venezolano era una hermosa joven llamada Mista, Mista Guido. Cuya madre supo muy bien como engatusar a un bello hombre italiano que iba tranquilo de vacaciones a la isla de Margarita, donde ella la pasaba con su familia por Navidad. Más por astuta que por enamorada, la madre de Mista le aceptó cada cita al italiano, el cuál estaba embelesado por la forma de ser de la mujer. Y así, poco a poco se enamoraron ambos de verdad y se casaron, pero la mujer no quería abandonar su tierra, sobretodo porque ella ya tenía una casa hecha y derecha heredada por su familia, con los papeles hechos y a su nombre.
Sin discusión, su marido aceptó quedarse con ella en el país y dos años después tuvieron a Mista, una niña con un nombre tan extraño como cualquier otra niña del país y con una mejor justificación que muchos otros nombres.Ambos padres tenían la piel color canela (él por como su piel era fácil de broncear y ella por genética) y cabello y ojos oscuros, por lo que la niña resultó ser una linda bebé chocolate que gracias a la exposición al sol se mantuvo en el punto perfecto de su tono de piel.
¿Incidente? Vivían en Los Hornos, Aragua.
Su padre era respetado y querido en la localidad, al igual que su madre, por lo que nadie se metía con la pequeña familia. Más de una vez, Mista vió a los delincuentes que saludaban a su madre a veces como hermanos mayores, aunque su madre le decía que solo les daba de comer esperando que algún día tomaran el buen camino, pero que ellos realmente no hacían el bien y no debía seguir sus pasos.
Aún así, cuando la pequeña Mista a los 6 años iba a la primaria siendo llevada y regresada por su padre en bicicleta (porque el auto solo lo usaban para ir a la playa o a un evento importante), aprovechaba que él tenía que volver al trabajo rápido para escabullirse aún en uniforme al puente de dónde vivía a encontrarse con los jóvenes rateros, quienes reconocían a la niña y no le hacían daño, diciéndole que siempre podía contar con ellos. La mayoría ni bachillerato tenían, algunos estaban estudiando, otros directamente no hacían nada y algunos tenían trabajos como mecánicos o artesanos fuera de la zona. Siempre había alguno que le explicara matemáticas sin pegarle como hacía su madre, o que le dijera que era bonita aún sin ser la madrina de su salón y que era una buena niña que merecía entrar a la universidad en un futuro.
Muchas veces rompió sus pantalones (porque el uniforme del país era igual en todo, y muy raro era ver a una niña con falda en las escuelas) bajando al puente, siendo regañada por su madre a quien le mentía diciendo que se le dañaban jugando en la escuela.
A los 12 años, un pequeño incidente cambió toda su vida.
Había salido de casa por la noche, aún era temprano, habían luces en la calle y su mamá la estaba vigilando desde la ventana de la casa porque esta la había mandado a comprar algunas cosas en la bodega que quedaba en la otra esquina.
- ¡Mira, apúrate! ¡Me tengo que meter porque tu papá va a quemar las arepas, el cabeza 'e ñame ese! - le había gritado su madre.
Y la jovencita sacudió su mano hacia arriba para indicar que no había problema, mientras sostenía en la otra mano los billetes que le dió su mamá para hacer el mandado, teniendo esta muy junta a su cadera, pues tenía otro mandado que hacer para uno de sus amigos en el bolsillo hondo de sus pantalones (que de hecho le había robado a su papá porque el crecimiento le estaba afectando más rápido de lo que podía actuar el bolsillo de sus padres).
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¡Conquista al catire!•MisGio.
FanfictionAU tercermundista con stands, dónde se desarrollará una bonita historia de amor entre Giorno y Mista(Fem) al estilo de la dama y el vagabundo... a la inversa. Advertencia de mucho dialecto venezolano que no se entiende nada. p.d: los personajes pert...