Conociendo a los suegros. Parte 2

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Este ha sido mi capítulo favorito en escribir, ojalá les guste.
Corto pero cómico.
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Narra Mista.

NAGUEBONÁ, MARICA. MI MAMÁ ME CAE BURDA 'E MAL.
No quiero sonar cómo una malagradecida, porque gente peor, más mala, mardita y psicópata en esta vida que mí mamá, si hay, pero cOÑO, QUE VAINA CON ESTA MUJEEEER.

De comer pasticho pasamos a hartarnos de pan con mantequilla y queso y tomar café, los padres de mi catire bello agradecidos y con buena cara, eso sí, el papá cómo que estaba medio forzado, y la mamá parecía carajita emocionada. Ajá. Mi mamá no tuvo idea más vergataria que mandarme a hacer más café, A MI, QUE SE ME QUEMA LA MALPARIDA AGUA. No, comandante, auxilio. ¿Por qué más café? Porque los padres de Giorno cómo que nunca han tomado café que no sea de máquina y nuestra pobreza les parece la octava maravilla del mundo, marico. Que vaina más jodía.

En eso que ando montando el agua para el café y midiendo que tanto ponerle de polvo marrón al colador, asomé la cabeza y paré oreja pa' escuchar de que coño estaban hablando en la sala y, nojoda marica, mi mamá toda mamagueba sacó los álbumes de la yo chiquita, de bebé, toda gorda y pelo enrula'o. COÑOELAMADRE, LOS SEÑORES RIÉNDOSE. Eso sí, logré ver a Giorno sonriendo, que tipo más trimalditamente bello, lo amo, se lo quiero mamar.
Ver esa sonrisa me bajó la arrechera y seguí pendiente del agua pa'l café, apenas ví que burbujeaba esa verga apagué la hornilla, eché la vaina por el colador y listo, café hechesito. Le eché poca azúcar, serví las tazas y llevé la vaina.

- Aquí tienen.- dije lo más cortés que podía dejando una taza de café delante de los papás de mi catire, que nervios más marditos.

- Muchas gracias, linda.- me respondió la señora de pelo azul, más bella esa doña, tiene vibras relajantes de abuelita que hace arepitas dulces.

Por otro lado el señor se puso sifrino, el mardito, solo hizo "hmmm" bebiendo la vaina cómo si nada.

Giorno parecía de adorno a ese punto, todo serio, todo raro. Yo en todo el tiempo de conocerlo no lo había visto tan serio, y eso que él sería el rey del maricoteo si se lo propusiera.

Me fuí a sentar al lado de mi mamá, ya que coño.

- Gracias, mami. Ay, ¿Te acuerdas de esta foto? Ya estabas grandecita...- mi mamá comenzó a hablar y por fin mencionó algo acerca de que traje el puto café, pendeja. Nomentira, yo amo a mi pure, nomás me estresa a veces y ando cagada de miedo.

En lo que yo ando perdida en mis pensamientos, mi vieja me pone en la jeta el álbum de fotos blanco y negro todas feas, específicamente mostrándome una en la que yo tenía 7 años, andaba con un bikini y estaba posando frente al río de Cata. Y sí, que vaina más rara una carajita chiquita con un bikini metido en el culo, yo tampoco sé, pana, yo me pregunto cada que veo esa foto que coño pensaba mi mamá poniéndome esa vaina si yo estaba bebé.

- Ah... Sí. Eso fue en Cata, ¿Verdad?- claro que fue Cata, pero me tenía que hacer la pajua para que hubiera conversación. Nojoda.

- ¡Oh, Cata! Nosotros ya fuimos para allá. Es hermoso.- sonrió radiante la mamá de Giorno. Y el maldito no decía ni mierda, le quería meter un coñazo.

Quedaron ahí hablando otro rato nuestras mamás y de vez en cuando el papá de Giorno, y este ni me veía el coño'emadre, sin insultar a su mamá claro, porque qué ángel esa señora. Yo me quise salir de esa situación que me tenía tan arrecha y temerosa, así que dije que ya volvía que me iba pa'l baño, esa no falla. Y no me falló. La verdad sí me estaba orinando del miedo, pero verga, aproveché esos segundos también para calmarme, porque coño, yo echándole miradas al catire ese y ni me volteaba a ver jamás, se quedaba todo marico mirando a un punto fijo. Yo no sé si le cayó mal el pasticho o qué, pero eso no andaba bien.

En eso que ya iba saliendo del baño, específicamente del que estaba en el patio (porque maravillosa estructura, tres cuartos y dos baños marica, uno dentro de la casa y otro con la puerta afuera) me encontré con el catire mío con cara full seriedad, que casi me meo otra vez encima de tan solo verlo. Cómo que me estaba esperando el mardito, nojoda, con cara de querer matarme se veía más bello. Vergacion.

- Le pedí permiso a tu mamá de estar un rato acá atrás a tomar aire fresco. Quédate conmigo.- ni me preguntó, nomás me puso una de sus santas manos en el hombro y asentí.

Sí papi, sí quieres me coges atrás de la mata 'e mango. Lo que usted pida mi rey. Pero obvio no le puedo soltar a decir eso, no puedo ser tan tierrua así.

Total, que nos fuimos a sentar a las sillas plásticas que estaban cerca del chinchorro y él se puso a ver esa cosa cómo si fuese la gran vaina, y mientras, yo lo veía a él cómo si fuese la gran vaina.

- ¿Quieres que nos acostemos ahí juntos? -le pregunté sin más, sin intenciones sexuales, sólo quería abrazarlo.

Verga, sí estoy enamorada. Y burda.

Él me miró bien marico y pensativo, todo serio, todo marico, y me murmuró ikike "bueno". Se me puso tímido.

Lo tuve que ayudar a no matarse para subirlo a la malparida hamaca, y luego me subí yo, total, acostados y abrazaditos bien pegados en ese chinchorro, bajo un solazo de los mil demonios y con el sonido de una que otra paloma que se la pasaba por ahí.
Que vaina más bonita, Dios santo. No me aguanté y le zampé un beso en el cachete, pero así bien largo que sonó ikike "muak" cuando despegué los labios.
El tipo seguía serio, al punto que estaba a nada de arrecharme otra vez cuando sentí que me puso la mano tras la cabeza y me agarró duro antes de darme un beso bien salvaje, a lo maldito, a lo "TE VOY A COGER AQUÍ MISMO MARDITASEA".

Ya fue, aquí hubo matada de queso en pleno patio. En un chinchorro. Bajo el sol. Con mi mamá en la sala, marica.

El chinchorro se iba a caer, estaba clara.

- Perdón si parecía que te ignoraba.- me susurró al oído al separarse de mi boca. PUSO UNA VOZ SUPER GRAVE QUE AHHHHH, me mojo. El Salto Angel me pasó por las pantaletas.- No quería quedar mal frente a tu mamá viéndote mucho.- comenzó a hacerme cariñitos en el cabello.

Me sentía niña chiquita, cómo lo amo.

Y entonces nos íbamos a volver a besar, claro que sí, ya estaba pensando cómo pedirle irnos pa mi cuarto cuando...

- ¡MISTA! -me llamó mi mamá desde la casa. Se supone que teníamos que comportarnos, así que, me dirás tú.

En fin, que eso nos cortó la nota, me bajé yo primero del chinchorro y corrí pa' donde mi mamá, dejando que mi catire se medio matara bajando del chinchorro. Pero 'ta bien, no le pasó nada.

- Giorno ya se va, llámalo ahí.- de pana marica, a veces mi mamá me cae burda 'e mal. Eso pudo decírmelo antes de estar en la sala.

Fuí por Giorno, le murmuré un "ya te vas pa tu casa" así toda destruida, arrecha, frustrada, con ganas de matar queso echadas a la mierda y con cara'e muerta. Volví a la vida cuando se despidió de mí dándome un beso bien horrible en los cachetes.

- Ay, te amo.- dije al fin, sonriendo toda feliz, con el rostro entre las manos del rubio ese.
Juro que ni lo pensé, marica, y el tipo se me quedó mirando raro, y luego se cagó de la risa y me besó otra vez antes de irse con los papás.

Sabios ellos, yéndose a las 3 de la tarde.

-Espero verte otra vez, Mista. Puedes venir a visitar a Giorno cuando quieras, nos quedaremos otros dos meses.- me dijo mi casi-suegra bien feliz.

- En ese caso la veo mañana.- solté así, a lo pendejo, a lo idiota con mi mamá mirándome mal de reojo, pero me sabía a culo. Yo quería matar queso.

Total, me cae mejor mi casi-suegra que mi mamá.

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⏰ Última actualización: Apr 26, 2022 ⏰

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¡Conquista al catire!•MisGio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora