適應 ◗ Bad Boy ❞ ( ✓ )

OO2

Hyunjin despertó no solo con su pómulo doliendo como el infierno sino también con una posible migraña que se intensificó cuando al llegar a la universidad cierto enano de pelo rosado lo saludo con la mano desde la entrada.

El día anterior apenas logro librarse de Seungmin regreso a su departamento para comer cualquier cosa y seguir repasando para su examen, muchos lo consideraban un matón en la universidad solo por el hecho de que no solía relacionarse con sus compañeros o que se metía en algún aquel otra pelea por el simple hecho de que no toleraba la más mínima burla, ahora tenía un moretón en el pómulo que reforzaba su apariencia de chico rudo, genial, estudiante de medicina que va de pelea en pelea, sin mencionar peculiar manera de vestir, al parecer que un futuro médico usará ropa de cuero estaba mal, pero eso poco le importaba cuando veía a sus compañeros bufar cada vez que Hwang Hyunjin encabezaba las calificaciones manteniendo su extraordinario de notas desde el primer año.

Ceno dos tazas de ramyeon que había comprado de camino a casa y se desveló estudiando para un examen que por primera vez temía aplazar, ya que el tema era complicado y lo menos que quería para empezar su día era un chicle rosa con brillitos molestándolo.

—Deja de seguirme— Mascullo el pelirrojo sobándose un poco las sientes por el prominente dolor de cabeza que hacía que su mal genio solo empeorara.

—No te estoy siguiendo— Murmuró Mashiho tratando de lucir distraído al usar su celular, era vergonzoso admitir que si había estado siguiendo a Hyunjin, pero solo quería tratar de charlar con el mayor, el más bajito se concentró en su celular para aparentar que solo caminaba a otra parte, chocando sin querer con Jihoon que se había detenido hace un momento.

—Entonces lárgate a otra parte, estoy harto de ti y mi cabeza está a punto de explotar así que lárgate a otro lado y déjame en paz.— Hyunjin pensó que con eso y algún analgésico bastaba para poder estar el resto del día tranquilo.

Su error.

—¿Helado de chocolate o fresas?— Le pregunto Seungmin cuando estuvieron haciendo fila para obtener un helado, sus clases habían terminado y Hyunjin ya no sabía cómo decirle de manera amable al más bajito que dejara de ser una completa molestia, y si buscaba una manera amable de decirlo era porque cuando le dijo se largara a otro sitio porque estaba harto del el menor estuvo a punto de llorar y ver a ese enano de cabello rosa y mejillas abultadas llorar era... Extraño y molesto.

—No quiero un helado, eres tú quien insistió en comprar uno— Murmuró el mayor simplemente avanzando hasta el mostrador cuando las personas frente a ellos terminaron de pedir sus helados, a su lado Seungmin solo hizo un puchero que Jihoon ignoro para concentrarse en tratar de no mirar mal a todos a su alrededor.

—Quiero uno de chocolate, oreo y brownie con malvaviscos— Pidió el más bajito colocándose un poco de puntillas para poder mirar bien todos los sabores de helado y toppings que ofrecían, sorprendiendo a Hyunjin que no entendía como alguien podía comer algo tan dulce y empalagoso.

Hyunjin era un perfecto fuckboy de no ser porque el pelirrojo rechazaba a cualquiera que demostrará un mínimo interés romántico en él, Hyunjin era simplemente perfecto, buena estatura y un cuerpo bien marcado, ya que al pelirrojo le gustaba hacer ejercicio, rostro que parecía tallado por los mismos dioses, pero un mal carácter que hacía que muchos los juzgarán por el hecho de estudiar medicina, ya que se supone que se debe de ser amable y empático a la hora de tratar con los pacientes, mientras que su forma de vestir con botines y ropa oscura solo hacía que muchos quisieran enfermar para ser atendidos por tal doctor.

A Hyunjin le gustaba el café amargo, odiaba los lugares demasiado concurridos y aun así iba a alguna que otra fiesta, vivía solo en un pequeño departamento de dos espacios que solo estaba decorado por incontables libros y papeles, le gustaban los tonos grises, ya que no eran tan llamativos y no toleraba las actitudes aniñadas, no, no entendía que demonios hacía yendo a comprar un helado junto a todo lo que le molestaba.

Kim Seungmin era como un conjunto de cosas que no le gustaban como colores demasiado brillantes y cosas demasiado dulces, por dios, se había tintado el cabello de rosa y Hyunjin no tenía ningún problema con ello, ya que cada quien era libre de hacer lo que le viniera en gana, el problema era que por entrometido ahora tenía a Seungmin pegado a él y eso estaba acabando con su poca tolerancia hacia las personas.

¿Qué porque estudiaba medicina si no toleraba a las personas? Fácil, porque él sería médico cirujano y en medio de una operación no hay porque socializar, ya que tú paciente estará anestesiado.

—Oh no, claro que no— Se negó automáticamente el pelirrojo cuando Seungmin le mostró su celular.

—¿Pero por qué no? ¿De verdad soy una molestia?— Pregunto Seungmin con un puchero cuando Hyunjin se negó a la idea de intercambiar números de teléfono, a lo que el pelirrojo quiso responder un rotundo sí, eres la persona más molesta que he conocido hasta ahora y de seguro también la persona más molesta que conoceré en mi vida y me tienes un poco harto por tanta insistencia, pero aun así no dijo nada, solo se pasó una mano por el rostro en un acto de frustración, lastimándose el pómulo sin querer —¿Aún te duele mucho? Lo lamento, ya no seré una molestia— Murmuró el más bajito haciéndose incluso más pequeño en su lugar, y ahí estaba el maldito problema y es que Hyunjin no podía ver esa expresión exageradamente triste y desganada.

—Te juro que si me envías mensajes a cada momento o si usas emojis te voy a bloquear y no te hablaré por el resto de mi vida— Advirtió el mayor, arrepintiendose apenas tomo el teléfono de Seungmin para guardar su número, un iPhone rosado con protector decorado con brillos en forma de estrellas —¿Sabes que? Mejor que ni siquiera se te ocurra enviarme mensajes molestos, debo estudiar.

Y sin más el pelirrojo solo se fue sin despedirse, dejando a Seungmin un poco sorprendido, pero con una gran sonrisa que no aparto de su rostro por el resto del día.

—¿Por qué demonios estoy soportando esto?— Se preguntó a sí mismo Hyunjin esa noche cuando mientras estudiaba recibió un mensaje de buenas noches de un enano pelirrosado.

Él ni siquiera lo respondió.

Lo ignoro por completo.

Definitivamente no iba a perder su tiempo de esa manera cuando tenía cosas mucho más importantes que hacer.