適應 ◗ Bad Boy ❞ ( ✓ )

OO8

—¿Por qué hiciste eso?— Pregunto el menor con un puchero cuando Hyunjin se separó, sintiendo que su corazón iba a explotar de lo fuerte que latia en esos momentos, avergonzándose por ello.

—¿Vas a dejar de ignorarme?

—Responde lo que te preguntó— Reclamo el menor siendo besado de nuevo, esta vez con mucha más delicadeza y temblando un poco cuando Hyunjin mordió su labio inferior al separarse.

—¿Vas a dejar de ignorarme?— Pregunto una vez más el mayor, notando lo sonrojado que estaba Mashiho y tratando de no sonreír por ello.

—Estás jugando conmigo— Acuso el peli rosado con un nuevo puchero que Hyunjin no resistió besar una vez más, dejando a Seungmin muy sonrojado y muy molesto por ello —¡Hwang Hyunjin!— Se quejó el menor golpeando con fuerza, aunque realmente no le dolió tanto, al pelirrojo para qué se apartará un poco y lo dejara respirar y calmar su sonrojo —¿Por qué me besaste?— Pregunto luego de algunos minutos el menor, sintiéndose más pequeño de lo que ya era y muy molesto, ya que sentía que Hyunjin solo lo tomaba como un juego.

—Yo... — Y Hyunjin realmente no sabía que responder ¿Por qué había besado a Seungmin?

El japonés solo pudo interpretar su silencio de una forma y estaba realmente molesto por ello.

—¿Quieres saber por qué te ignoraba? Bien, porque me gustas— Está vez fue Seungmin quien se acercó al mayor, estaba molesto y sentía que si no decía todo lo sentía en ese momento se largaría a llorar —Me gustas, me gustas, estoy enamorado de ti, pero sorpresa ¡A ti no te gustan los chicos! Yo solo fui un idiota con el que fuiste amable y terminé enamorado de ti y ahora no sé que hacer porque sé que no vas a corresponderme, ni siquiera tengo una posibilidad, pero aun así sigo sintiendo tantas cosas y tú solo me confundes más porque eres... Eres... ¡Un completo idiota! Eres un imbécil que se pone celoso y vienes y me besas y ya no sé cómo tomar eso porque... Porque...

Seungmin siempre escuchaba de su madre que cuando quería discutir algo él solo hablaba y hablaba a veces muy rápido y terminaba por quedarse sin palabras y llorar.

La madre de Seungmin tenía toda la razón.

Porque luego de que el peli rosado se descargará por completo y Hyunjin no dijera nada, él solo no supo que más decir, quería reclamarle tantas cosas al mayor y aun así no encontró nada más para decir y solo termino por llorar una vez más.

—Seungmin yo no sabía que..— Hyunjin trato de acercarse, sorprendiéndose cuando el menor lo aparto.

—No lo hagas, no sigas siendo solo amable conmigo, no vuelvas a besarme— Pidió el menor con voz temblorosa, muy contrario a lo que decía abriendo sus brazos para que Hyunjin lo abrazara y poder esconderse entre sus fuertes brazos y llorar ¿Por qué los brazos de Hyunjin eran tan musculosos? Se preguntó queriendo golpearse por pensar en cosas tan absurdas cuando estaba en esa situación.

Y Hyunjin solo no sabía que hacer, recordando repentinamente una extraña.conversación que tuvo con un chico rubio hace ya varios días, a Seungmin le gustaban los abrazos y luego los mimos.

Hyunjin nunca fue alguien cariñoso, incluso de pequeño no le gustaba cuando los adultos besaban sus mejillas o querían jugar con su cabello, su madre solía decir que era un pequeño chico rudo y durante su adolescencia siempre escucho que era un chico malo, un típico Bad boy o fuckboy, que se metía en peleas, fumaba, odiaba a todos y no trataba bien a las personas, que no sabía cómo ser amoroso o algo así.

Pero aun así el pelirrojo solo guio a Seungmin hasta la silla detrás del escritorio vacío, tomando asiento primero para dejar que el menor se sentará sobre su regazo, abrazándolo y darle mimos, o un intento de mimos, en el cabello y espalda al japonés que por un momento quizá pellizcarse para confirmar que todo eso no era un sueño.

—¿Por qué estás siendo cariñoso conmigo?— Pregunto el menor separándose un poco para poder ver a Hyunjin a la cara, y luciendo un tierno puchero que el mayor realmente quería besar —Si yo no te gusto-

—Déjame hablar por un momento, está bien, sé que dije que no me gustan los chicos, pero nunca dije que me gustarán solo las chicas, a mí realmente nunca me gustó nadie— Explico el mayor tratando de hacer memoria y era cierto, si bien llegó a besar a alguna chica en su adolescencia nunca se enamoró realmente de ninguna de ellas y mucho menos de algún chico, ya que las relaciones amorosas le parecían una perdida de tiempo —Trata de comprenderme, un día soy Hwang Hyunjin, el chico malo que fuma cigarrillos detrás de la universidad, se mete en peleas y de un momento a otro estoy comprando plumones con brillos y jodidamente fue difícil elegir un paquete cuando la chica de la tienda me mostró un estante repleto, mi mente casi colapsa al ver tantos lápices de colores juntos— Exagero un poco el pelirrojo logrando su objetivo de hacer reír al menor.

—¿Entonces si puede que te gusten los chicos?— Pregunto el peli rosado con ese brillo en la mirada y por dios que Hyunjin quería besarlo una vez más.

—Entonces si puede que me gustes tú.

Ellos se miraron por algunos segundos antes de que Seungmin undiera su rostro una vez más en el espacio entre el cuello y el hombro de Hyunjin, sintiéndose avergonzado por la intensa mirada del mayor y tratando de calmar su acelerado corazón, por favor Seungmin, ya no eres un adolescente enamorado, se repitió a sí mismo el japonés saliendo con cuidado de su escondite.

—Pero aclaremos algo— Señaló el mayor con un repentino seño fruncido que logro asustar a Mashiho —No vuelvas a ignorarme o huir de mí.

El menor trato de evitarlo, pero solo se echo a reír, Hyunjin lucía realmente molesto mientras que se quejaba por algo tan tierno.

Ellos solo se miraron un poco más antes de fundirse en un nuevo y dulce beso, quizá demasiado dulce para el gusto de Hyunjin, ya que Seungmin había estado comiendo un gran paquete de chocolatitos, pero aun si los labios del menor estuvieran cubiertos de azúcar Hyunjin jamás se cansaría de besarlos... Y eso le daba algunas ideas.

— Hwang Hyunjin dónde estás tocando— Reclamo con una mueca entre molesto y contento el japonés, recordando que seguía sobre las piernas del mayor y un poco sobresaltado por las grandes manos que seguían bajo su suéter.

—No lo sé, mis manos podrían tocar en otros sitios— El pelirrojo solo le dedicó una sonrisa coqueta antes de bajar sus manos al lindo trasero del menor, recibiendo un rápido golpe en la cabeza por parte de un muy sonrojado Seungmin.