La psicóloga

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El niño no habló después de su intervención de "no estoy loco". Se terminó la visita de la psicóloga y el niño se quedó pensando: "¿Tú la necesitas?".

María le dijo que volvería mañana que estaría allí para lo que necesitase.

El niño, decidió contarle todo lo que tenía dentro el próximo día, lo que le hacía daño, ya estaba decidido.

Le iba a contar lo de sus superpoderes, lo de los monstruos, lo de ser invisible... Ya estaba completamente decidido. Igual lo que decía era tan real, que parecía mentira.

Llegó el día siguiente y el niño ya la estaba esperando allí tumbado en la cama, con uchos nervios.

Entro María a la habitación y el niño estaba temblando.

"¿Estás bien?" Me preguntó.

"Tengo que contarte una cosa.." Y a partir de ahí le empece a contar todos mis superpoderes. El del niño avispa, el de respirar bajo el agua, el del caparazón de tortuga, el de ser invisible...

"Y también hay monstruos" Dije.

"Pero, sabes que los monstruos no existen, verdad?" Me dijo ella.

"Claro que existen, solo que decis que no para que no nos asustemos, pero están en los parques escondidos, en los árboles, en el colegio, en sus pasillos...

Le conté todos los lugares donde había encontrado monstruos.

"Ya basta, es suficiente" Me dijo.

"Pero si..." Y se marchó.

No le conté todo, pero ahora sí, creo que me tomaría por un loco, un loco de remate.


El niño con superpoderesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora