"Sheeee, escucha gilipollas" Me decía MM.
MM era un chico que había repetido 2 veces. Era alto, apuesto, musculoso. Tenía el pelo castaño y ojos azules. Era muy chungo, fumaba, bebía, e incluso yo creo que se drogaba.
Además tenía una gran cicatriz en la cara que le recorría todo el rostro. El decía que se había peleado con alguien y le clavó un cuchillo, pero había algo que no encajaba.
Además le faltaba un dedo, que nadie se dio cuenta de ello, pero el sí lo sabía, sabía que había pasado, sabía que no había sido en una pelea, que gracias a lo que pasó, su padre no habló más con él, su madre lo mismo, y lo único que hacen para intentar recompensárselo es regalándole todo lo que pide.
Unos padres que no pueden mirarle a la cara y ver esa cicatriz, con una dolorosa historia.
Y un niño, que lo único qu necesita es algo que sus padres no pueden comrar con dinero,
El amor.
"Sheeee gilipollas", me dijo envoz baja.
Me giré y ví a MM.
"Pásame tu examen". Esta palabra me cambió la vida. "Qué le digo?, Sí o no?". Esto definiría mi destino. Sísí mi destino, el de tener el accidente, o el de no tenerlo.
"Qué hago" La pregunta más meditada en mi existencia.
Podría haber dicho: "Toma" y ya se acabaría el problema, o no quien sabe, igual sería lo mismo porque como me vería débil.
Y le dije:
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El niño con superpoderes
NonfiksiUna pequeña novela interesante sobre una persona marginada del resto, que por alguna extraña razón, a desarrollado unos superpoderes que entre ellos, el que más está desarrollado es el poder de ser invisible. Basado en otro libro