1: El proceso del olvido

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Hyunjin lo pensó mucho, y tomó las opiniones de su familia e incluso de sus amigos más cercanos, a los que tuvo que hacerles prometer que no le dirían nada a Felix, porque estaba seguro de que él no se sometería al tratamiento y seguramente estaría muy herido si se enterase.

Se llevaría una gran sorpresa unas semanas después.

El azabache, luego de poner sobre la mesa todas sus opciones, los pros y contras, y de haber meditado por días, aceptó comenzar el tratamiento, siempre y cuando alguien estuviera con él durante el proceso. A veces era Seungmin, uno de sus mejores amigos de la infancia, a veces era su madre, y en ocasiones más frecuentas, era Karina, que insistía en acompañarlo ya que ella le había sugerido la idea.

De vez en cuando, las terapias eran demasiado fuertes, y terminaba llorando desconsoladamente en el consultorio del psicólogo. Otras veces, los medicamentos intensificaban los recuerdos, en vez de ayudarle a suprimirlos, y en esas ocasiones Hyunjin no hacía otra cosa que no fuera llorar y entrar en desesperación, así que no era tan fácil como su mejor amiga se lo había planteado, pero estaba bien. La herida escuece y después comienza a sanar.

Las hipnosis tampoco eran mejores, una que otra vez a los psicólogos les costaba regresarlo... o tranquilizarlo. Todo se arreglaba con una pequeña pastilla naranja antes de salir del consultorio.

Ah, claro. El cóctel de medicamentos.

Una pastilla rosa en el día, una morada en la noche, dos blancas por si el dolor de cabeza era insoportable y una adorable gomita de oso color rojo cargado de vitaminas todos los días, porque había que nutrir al cerebro y al cuerpo después de los efectos secundarios de la aberrante pastilla verde que no estaba diseñada para suprimir el apetito pero igual lo causaba. Hyunjin nunca fue bueno tomando medicina, sus tratamientos para las alergias los arreglaba Felix y los dejaba listos cada mañana antes de irse a trabajar. Tal vez él estaría orgulloso de ver que ahora tenía una organización pulcra, con alarmas y una guía de colores, días y horas.

Pero no estaba ahí para verlo. Y pronto ese recuerdo también se iría.

Se iría como se fue su primera cita, en el parque de atracciones. Uno pensaría que esa clase de recuerdos son difíciles de olvidar, pero ellos había tenido esa primera cita a los 15 años, cuando Hyunjin tardó más de un minuto en hilar sus ideas y Felix tardó menos de cinco segundos en tomar su mano y llevarlo al parque cercano.

Y le tomó menos de una hora ahí besarlo por primera vez.

Hwang, ahora un adulto de 25 años, recordaba sólo algunas partes de ese primer día tan maravilloso, así que arrancarle ese recuerdo no fue tan difícil, más bien, lo complicado había sucedido durante la hipnosis. No era justo que esos últimos seis años no recordara con detalle la primera cita con el amor de su vida y que en ese momento haya tenido el recuerdo más vivido de ese día, para después serle arrebatado, y peor aún, que no supiera cómo pasó.

Hwang, vas a dormir en cuanto dejes de escuchar este tic-tac. Estás en tu colegio, es tu primera cita con Felix, el 15 de marzo de 2009

—Yo... tengo algo que decirte, Lixie.

—No voy a pasarte la tarea de álgebra, me rompí el culo en esta.

—Shh, no digas groserías, alguien podría oírte.

—¿Quién carajos va a sorprenderse por un mocoso mal hablado de 15 años? ¿la abuelita de la profesora Wong?

—¡Felix, déjame hablar!

—Ya. Escupe.

—Quería saber... sí... uh...

—Ajá.

—Si tú, ehh, tienes... ¿tienes planes más tarde?

—No, no realmente. Mi amigo Christopher, el otro australiano, me canceló la ida al gotcha.

—Ya veo... y bueno, yo eh... ¿viste que hay una nueva atracción en el-el parque? Pensé que, tal vez, uh, tal vez podrías, mmm, como... venir... c-con conmigo.

—Dios, Hyunjin, mi abuela tartamuda pudo haber dicho eso más rápido.

Felix tomó la mano del más alto y caminó deprisa, casi arrastrándolo con él, atravesando el patio de la secundaria. Hyunjin se moría de la pena y mantenía los ojos en el suelo cuando escuchaba repentinos gritos de "¡maricas!", pero no precisamente por la ofensa, sino por las contestaciones de Felix al estilo "¡tu padre da las clases de mariconería y tu abuelo fundó la escuela!", o los dedos medios que le lanzaba a los chicos más grandes que decían estupideces más grandes.

Felix era diferente a él, siempre lo fue, incluso cuando se conocieron en la primaria, en segundo año. Él era más atrevido, más confianzudo, más valiente. Y le quedó claro a Hyunjin cuando se subieron a los juegos más extremos y entraron dos veces en la casa del terror, la última vez para que Felix pudiera decirle "me gustas tanto como sé que te gusto, esta es nuestra primera cita y las siguientes las propongo yo" para luego darle un beso que pudo borrar todo el miedo que la casa le había provocado.

Los besos de Felix podían borrar cualquier cosa. Una pastilla azul y una hipnosis lo estaba borrando a él, la magia que tenía. Eso era una mierda, pero era necesario.

El primer beso, la primera vez que Felix lo defendió del mundo, la primera cita, el mejor día de su vida. Negro. Todo negro. Un molesto ruido agudo, que se intensificaba al pasar los segundos. ¡Despierte, despierte! ¡vuelva!

Volver.

Borrar.

¿Qué había pasado aquí? ¿un parque de atracciones? ¿un beso? Su madre preguntándole qué pasaba con... ¿con quién?

Nada. Era todo borroso, lejano, ajeno. Ni siquiera estaba en ese momento, aún seguía concentrado en los ruidos exteriores, en el olor de la sala, en la textura del sillón.

Habían borrado su primer recuerdo, y así sucedería con los demás, los fáciles de arrancar. El proceso era el mismo: vivir y olvidar, no recordar qué era lo que había visto e irse a casa, como si nada.

El recuerdo de Felix arreglándole las pastillas, haciéndole el desayuno, sonriéndole al despertar, se estaban evaporando sin Hyunjin estar plenamente consciente de ello, sólo deseaba que acabara pronto, porque no quería arrepentirse en el peor momento, en el que no pudiera recuperar los recuerdos, ni avanzar más, porque la culpa se lo comería vivo. 

erased 𓆸 hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora