SENTIMIENTOS

CAPITULO II. EL TIEMPO ES RELATIVO.

SÍ, el seguir este escrito como lo dije anteriormente no ha sido continuo ni simultáneamente, pues por mis inseguridades, mi poca confianza en lo que hago, no seguía, porque jamás quiero que el escribir se vuelva una obligación pues es algo que amo hacer.

Este capítulo se ha empezado a escribir a inicio del 2022, es decir, de cuando escribí la primera parte a este segundo han pasado dos años, dos años en donde no ha sido fácil, donde he perdido seres queridos como muchos, donde más de la mitad de mi carrera la he pasado tras un celular, preocupándome como muchos en cumplir con la tareas, preocupándome por cómo es que será mi futuro sino he tenido el conocimiento práctico, donde por mucha teoría que sepa, no equipara a lo que me enfrento en el mundo laboral.

Tengo algo muy presente, "la edad es solo un número" y aunque podré sonar demasiado ambiciosa, pero ¿qué pasa cuando aquella chica de tan solo 17 años que había hecho un magnifico plan universitario, donde pasaba 3 años en la licenciatura y seguidos otros 2 la maestría, para así tener una maestría a los 23 años, se ve casi imposible por todo?

Pues bien, ahora entiendo que aunque tus sueños tarden un poco más de lo planeado, el punto es cumplirlos, el mío será un poco modificado, pero algo es seguro... tendré mi maestría.

No puedo decir que eso no me desanimó, porque vaya que fue así, simplemente entendí que sintiéndome tan mal, tan incompetente, no iba a traer que algo de lo que estaba pasando cambiará, al contrario lo único que estaba ganando era una depresión de la cual dudaba en tener las fuerzas para querer salir, pues se estaba convirtiendo en una buena zona de confort, mi escudo propio, aunque eso significara desconectarme de todo y todos aquellos que tuvieran que ver en mi entorno, pero por un tiempo se veía como una buena opción después de todo esto.

No es fácil, pero nada lo es, si así fuera que chiste tendría todo, no se valorarían las cosas, las personas, los momentos, nada tendría sentido realmente, nada importaría a tal grado de querer cuidarlo, sería inútil tenerlo todo, porque al final no se tendría nada.