Una brisa golpea mi alma y la arranca de mi cuerpo, dejando en mi pecho un oscuro y sombrío hueco que se llenaría de tristeza, pena y angustia.
Y de mi corazón brota un río que va empapando, golpeando y rozando moviendo la luna y las estrellas.
Trayéndolas a la tierra y a la arena que va formando la silueta perdida de una flor con corazón.Arrastrando todo a su paso, memorias, recuerdos y sueños que se quedaron en el pasado igual que mi juventud y toda dicha que en mi camino fui encontrando.
Sombras inertes se unen a mi caminar,
hablando, golpeando, mordiendo, desgarrando mi cuerpo y mi mente que se encuentran en perpetuo pesar por la desdicha que es no volver a verte.
