Valentía

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Este pequeñísimo relato está basado en el poema de Raúl Vacas "El llanto eléctrico". Espero que os guste ;)

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Hay algo magnético en la valentía. Sentirse valiente al no mirar atrás, al estar sola, en un callejón sin salida. Sentirse valiente al ver mí vida, caminar por los recuerdos de la memoria, recordar días y días. Valentía al ver el final, en no tirarse al suelo y echarse a llorar. Valentía en intentar escapar. Valiente yo.

Hay algo de magnético en el grito.  Como si una fuerza reventara en tu boca y el grito estallara en mil pedazos lleno de ira, y no quedara más remedio que gritar. Gritar por el odio, gritar por el hambre, por el frío, la ira, el amor perdido; por la guerra, por mi vida… por la tuya, gritar por el ruido, por tristeza, por amistad, por desesperación, por amor, por miles de zapatos de cristal rotos, por la música, la pasión...  Gritar por el frío del invierno, el calor eterno, la risa, la muerte.  Gritar hasta los límites del olvido. Gritar por estar atrapada, por no encontrar salida, por la valentía.   

 Hay algo de magnético en una sonrisa, como si un adiós fuera un hola, como si el desierto fuera el mar.  Sonreír por los pájaros, por los niños, por los pobres, por el mundo , por el sol, por la luna, por la luz, por la oscuridad por la libertad, por él. Una sonrisa de amistad, de amor, de deseo, de un hasta luego, de nos veremos, te lo prometo, sabiendo que no será así. Sonrisa por la huída. Sonreír por la valentía del grito.

Hay algo magnético en el amor. Amor de mariposas, amor de miradas, amor de un te quiero. Amar por un beso, por dinero, por un rostro en la mente. Amar hasta no poder más, hasta que el corazón lata desbocado, hasta que no queden lágrimas. Amar la valentía. Amar el grito. Amar una sonrisa. Amar amar.

Hay algo magnético en la huída. Huir de los sueños, de los sentimientos, de la vida, de los recuerdos, del olvido, de todo lo vivido. Huir por la calle, por el cielo, por el mar, por la oscuridad, por la luz, por las estrellas. Huir por necesidad. Huir de la valentía, del grito, de una sonrisa, del amor.

Esperar a que todo termine, al callejón con salida. Esperar que no me encuentre, que no diga te quiero y esto no haya servido para nada. Porque si dice te quiero estoy perdida, en un callejón sin salida, de nada habrá servido la huída, el amor, la sonrisa, el grito, la valentía.

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