Caminos de tristeza, mundos de aspereza. No digas que todo sigue igual, cuando ya nada volverá. Sus pies se hunden en la tierra. Despacio. Los latidos se calman. Mueve los pies para notar en cosquilleo húmedo del bosque. Mira a la derecha, mira a la izquierda. Nadie le ha visto huir, escapar de la vida. Distinta. Tan solo eso, un pensamiento, una idea diferente. Huir. Sigue nadando en las sonrisas de aquellos con mentiras, sigue escondiéndote donde nadie mira. Ojos de lágrimas sin salida, miradas de vidas vacías. Corre. Encuentra ese lugar, donde la imaginación puedas dejar volar. Vete. Busca donde reina la libertad, donde las garras de los mentirosos no te puedan agarrar. La noche le abraza, y la Luna brilla hermosa. No le han visto, intenta convencerse de ello. Sabe que es arriesgado, salir sin más. No querer volver a sus iguales, ¿pero en realidad lo son? El poder, el dinero, la conquista, ¿qué quieren? Son unos pobres miserables. Solo buscan eso. Cuenta la leyenda que allá donde no hay límites para la imaginación, para el pensamiento, hay una comunidad. La fantasía gobierna por encima de todo. El aire frío de la noche acaricia su mejilla, le recuerda que no puede perder tiempo. Mueve sus pies, sus piernas, su cuerpo. El roce de su ropa es lo único que se escucha. Rápida. Sigilosa. Precisa. Observa detenidamente, ¿se ha perdido? Puede, espera que no mucho. Inspira profundamente y sus pulmones se llenan de aire nuevo. Acaricia la corteza de un árbol a su derecha, suavemente. Un sonido hace que se le ericen los bellos de la nuca. Miedo. Nunca lo había experimentado, pero ahora es real. Sabe que no está sola. Gira lentamente preparada para cualquier cosa. Estrecha los ojos y traga saliva, intentando averiguar el origen del sonido. Otro más. ¿De dónde vienen? Una figura pequeña se mueve de un árbol a otro. Luz. Ve una pequeña llama, y luego otra, decenas de ellas iluminan ahora las caras de jóvenes que han escapado de la tiranía. Las sombras hacen que parezcan espectros en busca de venganza. Vagando para encontrar el sentido de su vida. Alentados por la pequeña rebeldía de la niña, furia en sus miradas como las olas golpeando las rocas. Preparados para luchar por lo que creen. Las llamas se reflejan en sus ojos el dolor de los años, recorriendo todo su interior hasta encender su alma ahora en llamas. Corazones valientes. No hay sonrisas, ni expresiones en sus caras, pero en todos sus ojos se puede ver le odio contenido. Ella se gira y comienza a guiarlos. Han creado un camino de estrellas, y aquellas que están en el cielo las miran con adoración. Empiezan a moverse por el cielo creando lágrimas de Luna. Todas e la misma dirección, guiándoles. Ella mira al cielo con determinación. Llegarán. Ya no le teme a la oscuridad, el cielo les protege. Camina, despacio pero camina. Los primeros rayos de sol despuntan en el horizonte. Niña desorientada, sigue la luz del alba, para cortar los lazos de la traición. Empuña ya esa espada, para liberar al mundo de la sumisión. Busca donde nace la poesía, sonrisas, tristeza, lágrimas y alegría. Donde los sueños se forjan con fuego, lucha y busca en el miedo. Encuentra tu alma cristalina, allá donde nadie mira, busca en tu corazón la salida. Allá, donde surge la fantasía.