Royal Secrets

Escondete

Viktor había tratado de ver a Jack por un mes, pero este parecía esconderse con él, sino solo era la ciudad realmente grande, este no aparecía por ninguno de los bares donde habían estado. Y los dueños tras reconocerlo como el hombre que se fue sin pagar le pedían el dinero a él. Así durante todo un mes, la verdad es que no le importaba. 

Solo quería volver a ver aquel hombre de pelo negro. 

Pero no obtenía suerte alguna. 

Iba por el mercado mayor, como siempre, rumores y más rumores. Ahora incluso planteaban que la familia de Ivanov fuera a tomar el control, sin saber que eso provocaría una guerra entre ambas partes de la familia.

Los rumores cada vez se hacían más fuertes, pues el hijo de Alexandra e Ivanov tenía ya 5 años. En los cuales él no había podido casi ni tocar a su esposa.

Decidió que, al no poder encontrar al moreno, iría directamente al bar él solo. Tal vez podría divertirse y dejar de escuchar a todas esas personas hablando sobre él sin saber que estaba ahí mismo.

Pero entonces lo vio, estaba en el suelo, entre varias mantas y parecía dormido. Con un recipiente delante de él, pidiendo algunas monedas. Estaba más sucio que la vez anterior, tenía más ojeras, aunque estuviera durmiendo en mitad de la calle y traía varios golpes.

Dudó unos segundos, pero se acercó a él. Vio el recipiente vacío y él se despertó, parecía avergonzado de que el ruso lo viera así, evadiendo su mirada. - ¿Vienes a reirte de mi? 

- No. Le estaba buscando para beber algo. - Jack alzó la mirada con duda, alzando una ceja.

- Chico, tienes demasiado dinero como para ir bebiendo con un mendigo. - Le respondió viendo como Viktor alzó los hombros.

- Sí, es cierto, tengo demasiado dinero pero no con quien beber. - No al menos con lo que le hacía sentir su compañía. El hombre estaba pálido. - Venga conmigo, comeremos algo y beberemos, ¿le apetece?

Jack miró su recipiente vacío, negó con la cabeza. - No quiero darte pena. Vienes bien vestido y limpio, no deberían vernos juntos. Fue una noche, Viktor, no hay nada más.

Viktor asintió con la cabeza, sintiendo el rechazo por parte del extranjero. - Comprendo. - Le susurró un poco dolido, pues él había estado buscándolo durante todo ese tiempo para poder compartir más tiempo con él, para finalmente ser rechazado.

Se marchó de allí, Jack creyó que ese sería el final. Volviendo a cerrar sus ojos, estaba realmente cansado. Se estaba quedando dormido cuando sintió que alguien le pateaba la pierna, se movió con rapidez, pensando que sería alguno de los soldados pidiéndole moverse de allí por estar asustando a la gente o comprobando si estaba muerto. Sin embargo, al abrir los ojos vio como Viktor le tendía algo de comida y le lanzaba ropa limpia. 

- ¿Ahora podemos salir a beber? - Jack estaba confuso, ¿qué coño le pasaba a este chico por la cabeza? - Si quiere puedo pagar por un motel para que se duche.  

Jack frunció el ceño. - Lárgate. - Le gruñó, teniendo un cambio de humor repentino. - No quiero nada de ti, déjame en paz, anormal.

Vio como los ojos del ruso se achicaron, silenciosamente para lanzarle la ropa y marcharse de allí.

Volkov no entendió que veía en él, que le atraía de él. Ese insulto había dolido, más por el significado tras él y el moreno sabiendo de su condición.

Decidió que esa tarde no volvería al palacio. Sentía la necesidad de un buen vodka o incluso uno barato en cualquier bar. Se metió en los barrios bajos, estaba dolido y algo de acción no le vendría mal.