I: Prólogo

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Se sentó con su taza de té en el sofá junto a la ventana de su habitación.

Si nos guiamos por la hora, y también de la oscuridad, eran cerca de las tres de la madrugada, y él seguía despierto.

La única luz que alumbraba aquella habitación era la que regalaba la luna.

Sus vecinos probablemente pensaría que está loco.

Estar a la mitad de la noche despierto, con la ventana abierta, diciendo hablar con la luna mientras bebía su taza de té, no era algo normal para ellos, pero sí lo era para Jisung.

- ¿No puedes dormir? - preguntó Minho mientras se acercaba para después sentarse al frente de él.

Jisung le dedicó una mirada suave mientras le sonreía.

- Nada nuevo, hyung - respondió.

- ¿Sabes que los vecinos ya están pensando que estás loco?

- Ellos no comprenden.

- Claro - dijo, mientras desviaba su vista en dirección a la luna, al igual que el contrario.

De un momento a otro, todo se volvió silencio.

Jisung bebió otro sorbo de su té de manzanilla, mientras una sonrisa era dibujada en su rostro.

Involuntariamente, rió suave.

Pero inconscientemente, dejó caer una pequeña lágrima.

Minho lo notó enseguida, dedicándole una mirada suave, le tocó su mejilla, tratando de quitar todo rastro de esa gota que descendía por la mejilla regordeta de Jisung.

Sonrió melancólicamente, devolviéndole el gesto al contrario.

- Lo siento - se disculpó, mientras bajaba su cabeza, tratando de evitar que Minho viera sus lágrimas - Yo no-

- No, no comiences otra vez, por favor - rogó, acariciando su pómulo - Ya te he dicho muchas veces que no pidas disculpas por eso.

El menor levantó su mirada al pelinegro que se encontraba frente a él tratando replicar contra él - Pero-

- Nada de peros, Jisung - lo detuvo antes de seguir - No pidas perdón, estoy bien.

Jisung asintió, pero sabía que eso no se iría fácilmente de su mente.

Devolvió su mirada al cielo, volviendo a limpiar sus lágrimas bajo la mirada expectante de Minho.

Tomó otro sorbo del té, pero este le supo más amargo de lo normal.

Sintió unos cálidos labios en su cien; Min trataba de sacar todos malos pensamientos, todo lo que no merecía estar allí dentro.

Quiso abrazarlo, pero lo cambió por tomar su mano, dejando pequeñas caricias con sus pulgares, con su vista en él.

Apreciaba su rosotro como la primera vez; y siempre era así. Siempre que lo miraba, grababa cada detalle, facción y tono de su bello rostro, para después guardarlo en su memoria y tenerlo allí hasta el final.

Sonrió, porque después de todo, lo seguía amando, y eso era lo que importaba.

- Hannie - llamó el pelinegro, recibiendo la mirada agotada del rubio - Lo mejor es que vayas a dormir - dijo el mayor - En unas horas debes ir a estudiar, y además debes ir a ensayar tu baile.

- El mencionado movió su sonrisa a un lado - Ve tú primero, yo terminaré mi té.

El pelinegro asintió mientras se levantaba, para después dejarlo solo en sofá frente a la ventana y la luna, no sin antes besar su cabellera.

- Por favor, no te duermas tan tarde, ¿Sí? - el contrario le respondió con un asentimiento de cabeza - Descansa.

- Descansa también - dijo de espalda.

Tomó un sorbo más, sintiendo la misma amargura.

Suspiró, no debía llorar, no otra vez, ya que Minho estaba con él.

Dirigió su mirada a la luna, dispuesto a hablar.

>> Sé que estás en algún lugar ahí afuera...

Habló mentalmente, para no despertar a Min, ya que este ya dormía.

>> Quizás en algún lugar lejos de aquí. Lo único que espero es que estés tratando de hablar conmigo también, desde el otro lado.

Bajó su vista hacia la taza, notando que ya se había bebido todo el contenido.

Dió una última mirada y una pequeña sonrisa al astro, y procedió a levantarse del sofá.

Pasó al lado de la cama, notando allí el cuerpo de Minho, a espera de que fuera a dormir con él, pero con los ojos ya cerrados.

Caminó de nuevo, esta vez en dirección a la cocina, para poder lavar la taza y dejarla limpia a disposición de nuevo uso, y terminar devolviéndose a su habitación.

Cerró la ventana, despidiéndose de su fiel amiga de todas las noches, y se metió entre las sábanas de la suave cama, enrollándose entre los brazos del pelinegro, sintiendo su calidez, aunque un poco frío, pero en una temperatura ambiental.

Todavía no creía que después de todo, seguían juntos.

- Descansa - susurró antes de caer dormido.

Holi Winiss, aquí vengo con mi primera adaptación

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Holi Winiss, aquí vengo con mi primera adaptación.

¿Comieron? ¿Tomaron awita?

Espero que les vaya gustando esta historia. Yo la adoro <3

Créditos a la excelente autora: sxmybxe_

Nos leemos pronto ^^

Talking To The Moon || MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora