Junghope_ NICE SILENCE.

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Jeon Jungkook lo tenía todo. Desde su prepotente personalidad, hasta dinero a rebosar. Era un filántropo y orgullosamente dueño de una de las más importantes empresas de publicidad, una empresa que tenía sus propios diseñadores de interiores y ropa, sus propios espacios fotográficos para la ocasión y por supuesto sus modelos.

No era de extrañarse que el dinero le rebosara en los bancos, tampoco era de extrañar que su actitud altanera y egocéntrica -a parte de su cartera- fuera una de las cosas que más atraía a mujeres y hombres.

Aunque su físico también era una de las principales cosas que influyen a ser uno de los solteros más cotizados de corea.

Jungkook sabía lo que tenía y lo que era, una cara atractiva, cuerpo fornido y Dios en el sexo.

Un maldito play boy billonario.

Uno con una larga lista de conquistas, desde la A a la Z. Hombres y mujeres.

Amaba el sexo y era una de las cosas que le hacían distraerse de su muy rica vida, porqué como todos en algún momento. Nos hace falta algo. Tenemos un vacío.

Jungkook era atlético, amaba los deportes y el ejercicio era uno de sus pasatiempos diarios, también amaba la fotografía, pero no había utilizado su muy moderna cámara desde que terminó sus cursos de fotografía hacía unos años.

Después de todo, tenía una empresa y una reputación por mantener.

Claro, había momentos en su solitaria mansión donde se encerraba en su abandonado taller de fotografía y arte, las fotos viejas llenas de polvo y sus cuadros de pintura sin terminar, sintiéndose melancólico y sin saber que le faltaba a su vida, pues él lo decía tener todo.

Dinero, trabajo seguro, mucho sexo y buen estado físico con sus 30 años de vida alocada.

Soltó un pesado suspiro cuando se topó con las fotos de sus padres, ambos sonrientes y mostrándose orgullosos de él.

Sus padres eran hijos de Ceos prestigiosos y recatados, ambos tuvieron lujos y le enseñaron que el dinero era necesario, le enseñaron a construir su imperio propio. Eran buenos padres, aunque como todos los adinerados, jamás tenían tiempo de más para llevar a sus hijos al parque.

Luego observó la foto de su hermano mayor, besando la mejilla de su cuñado y su pequeño sobrino haciendo lo mismo, los tres con ese brillo enorme en sus ojos.

Taehyung y Yoongi hacían una pareja increíble, ambos fanes de la música fueron un buen dúo de idols antes de retirarse para únicamente ser compositores y dedicarse a su pequeño hijo.

Luego miro otra foto, aquella donde era rodeado de sus amistades viéndose tan hipócritamente feliz, pero con esa vacía mirada que le gritaba "¡Te hace falta algo, tú no eres realmente feliz!"

Comparándola con la de su hermano y su pequeña familia, Jungkook podría reírse de lo falso que se veía ahí, sonriendo y teniendo dos mujeres hermosas a sus costados que al igual que todas, terminaron en su cama.