Capítulo I

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El "Sacred heart school" era uno de los colegios masculinos con mejor reputación en todo Londres. Contaba con instalaciones dignas de un palacio, y solo los hijos de ministros, o familias pudientes estaban admitidos.

El lugar, dirigido, meramente por hombres, entre ellos, curas, sacerdotes, y profesores, era un pasaje directo, a un trabajo de éxito y reconocimiento, ya que al entrar los muchachos eran educados con el amor de nuestro señor, y la disciplina de sus maestros, dando esto como fruto, hombres dignos de un buen cargo.

Harry styles, era hijo de una de las familias más adineradas de Londres, enviado allí, por sus padres, a la corta edad de 7 años, ya que estos se interesaban mínimamente en el niño, así que terminó en en el SHS.

El niño de los rizos, destacó desde el primer momento por su amabilidad, buen corazón, y mente brillante, además de tener una melodiosa voz, y ser portador de la belleza de un ángel. Teniendo piel blanca y tersa, orbes verdes, mejillas y labios rosados, así también unos preciosos rizos chocolates, de contextura media, y ni tan alto ni tan bajo para su edad.

Harry se ganó el cariño de maestros, cuerpo religioso y alumnos, siendo muy popular, y querido por todos, pronto sus cualidades lo hicieron ser notado por el sacerdote del lugar quien lo tomó en su servicio, para que, en el futuro, se preparara para la santa labor, y sus virtudes no fueran "desperdiciadas", mientras tanto el pequeño formaba parte del coro escolar, y servía al padre de la capillita, en todo lo que este necesitara.

El niño era muy feliz sintiéndose acogido y querido por primera vez, no podía quejarse, para él ese lugar se había convertido en su hogar, finalmente, después de mucho tiempo solo, podía sentir que tenía una "familia".

Louis, el hijo engreído de los Tomlinson, y único heredero a todo lo que su familia poseía, fue transferido al lugar, ya que sus padres habían oído las mejores referencias del colegio, y sabían que su hijo lograría desarrollar todo su potencial allí, así que con gran pesar el muchacho de 11 años, fue trasladado al internado.

El castaño, a pesar de siempre haber tenido lo mejor de lo mejor, poseía una humildad que lo caracterizaba, y un corazón de oro, no era muy aplicado, sin embargo, era muy extrovertido, y llegaba a hacerse notar siempre, siendo popular en cualquier lugar al que llegaba.

Se hizo notar rápidamente ya que, aunque no tenía las mejores notas, si era un buen jugador de fútbol, y pronto tuvo muchísimos amigos, quiénes solían llamarlo para que jugara en sus equipos.

De mediana estatura, unos preciosos ojos azules, piel clara, labios delgados, cabellos castaños y facciones finas, el niño, no tuvo problemas en quedarse en aquel lugar, ya que se sentía querido y a gusto, atrás quedaron las lágrimas de su madre cuando se tuvo que marchar, ya que esta, al notar a su hijo feliz estuvo más tranquila. 

Louis ya llevaba 1 mes en el colegio, logró conectar bien tanto con profesores como con compañeros, y aunque no era un alumno brillante, todo estaría muy bien, hasta que llegaban los viernes, y el diablo, que tenía nombre y apellido se hacía persona, tomaba lugar en el cuerpo del profesor de Artes, por más que se esforzara, este nunca estaba de acuerdo con Louis.

El ojiazul intentó tomar pintura, derramó la témpera en su cuadro y este quedó arruinado.

Probó con dibujo, pero con sus dedos manchados del carboncillo ensució todo, y en vez de parecer una obra maestra, el papel lucía como una servilleta usada.

La cerámica terminó mal.

Con la poesía, hizo todo, y pensó que, por fin lograría al menos una A en su trabajo, pero olvidó el poemario en su cuarto, y detestó más a aquel diablo que tenía por maestro.

Nada de lo que hiciera lograba que aquel ogro, sintiera al menos algo de simpatía por él, y eso era algo a lo que el pequeño Louis, no estaba acostumbrado, por lo que decidió darle una última oportunidad al asunto, y si no salía, se daría por vencido y tomaría otra asignatura, algo que no era una opción, ya que siempre le gustó el arte, por lo que pondría todo su empeño, en esa última oportunidad.

El profesor de artes, era el encargado del coro, así que tomaría al toro por las astas, y le comentaría al profesor sobre su "afición y amor por el canto" (de hace 2 días, ya que lo había estado pensando y era lo único que quedaba)

"Profesor?" – Louis llamó al término de la clase, para poder hablar en privado con su maestro.

"Ya le he dicho Tomlinson, no más, tome otra asignatura" – le respondió el hombre, en un frío tono, al percatarse de quién era.

"Profesor p-pe" - fue cortado abruptamente por la llegada de niño de rizos, un niño del que prácticamente todo el colegio hablaba, y al cual no se había detenida a ver

"disculpe prof- oh, está con visita, disculpe, esperaré afuera" – dijo el pequeñito, mostrando una sonrisa con hoyuelos.

"No, está bien Styles no se preocupe, ¿qué necesita?"- dijo el profesor, en tono amable, ningún rastro del ogro que era con el ojiazul.

"oh bueno, es que, me dijo que le recordara hoy a la tarde que necesitamos un pianista" – dijo el niño, nuevamente mostrando una alegre sonrisa.

"tienes razón, gracias hijo lo tendré en cuenta"- respondió el mayor, con una expresión pensativa

"bueno, eso era todo, me voy, adiós profesor"- se despidió el rizado.

Sin embargo, no logró irse ya que el hombre lo llamó,

"no, no te vayas, Tomlinson venía a pedirme otra oportunidad, así que, ya que necesitamos que alguien ocupe el puesto con urgencia, no creo que nuestro brillante alumno tenga problema con que tomemos unas pocas horas de sus tardes, cierto?" preguntó, mirando hacia el ojiazul, en tono desafiante.

Probablemente el hombre pensaba que Louis era un vago, y que, por lo mismo, se negaría a lo que propuso, por algún motivo, a aquel profesor le gustaba hacerle la vida imposible al castaño, diversión talvez, en cualquier caso, este no se esperaba que el niño, alegremente respondiera:

"Por supuesto que no profesor, estaría encantado de ayudar si es que se me da la oportunidad, es más, quería comentarle que quería iniciarme en el canto, así que creo que el Señor nos ha bendecido el día de hoy con esta casualidad, claro que acepto" – finalizó con una sincera sonrisa, Louis no había entendido la burla del profesor, así que ese era su día de suerte.

Sorprendido, al profesor no le quedó más opción que tomar en cuenta al pequeño, y admitirlo en su cerrado círculo de alumnos, en el cual, los muchachos tenían privilegios.

"Bueno, pues, de ser así, Harry, necesito que guíes a nuestro nuevo miembro hasta que se acostumbre, por favor" – preguntó el hombre.

"No se preocupe profesor, es más, puedo enseñarle el lugar esta tarde, si es que no le molesta" – respondió el pequeño ojiverde muy feliz, ya que siempre oyó de "ese Louis" y siempre quiso entablar algún tipo de relación con él, esto era una feliz coincidencia.

"no, no hay ningún problema, es más seremos buenos amigos" – respondió el ojiazul con las mejillas sonrojadas y una sonrisa, ya que aquel niño, era hermoso, y él solo llamaba con esa palabra a su madre, y al carrito azul de madera que recibió en su cumpleaños número 9.

Beautiful Sin - L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora