Capítulo V

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Solían tumbarse en el campo durante las tardes, y mirar a las nubes dándoles formas y creando historias que solo ellos entendían, por que eso estaba bien, ellos estaban bien.

"si pudieras estar en cualquier lugar del mundo, ¿a dónde irías? – preguntó el rizado en tono curioso.

"tú" – soltó con una sonrisa el ojiazul, casi al instante.

"Lou yo no soy un lugar"- mencionó divertido el ojiverde.

"Rizos, tú eres mi lugar, el hogar es donde está el corazón, ¿cierto? Mi corazón está contigo" – le respondió mirándolo de costado, y con una sonrisa tonta en el rostro.

Decir que estaba rojo es poco, los tomates se quedaban pálidos al lado de Harry, pero eso a Louis le parecía adorable.

"no es justo que seas tan lindo, pero, ya dime, ¿a dónde irías?" – volvió preguntar el menor con los ojitos brillantes, las mejillas sonrojadas y una gran sonrisa que dejaba ver sus hoyuelos.

"Italia, fui una vez, pero quiero vivir allí, además padre tiene negocios allá, cuando deba escoger un lugar dónde vivir, voy a ir a Italia"- habló un feliz Louis.

"oh" – respondió Harry, borrando la sonrisa de su rostro y mirando a otro lado.

"Ya mencioné el hecho de que no iría a ningún lado sin ti, ¿cierto Hazz?"

Harry volvió a sonreír.

"Entonces iremos a Italia juntos, quiero vivir en una casa cerca al mar con un gran jardín y muchos animales" – soltó en tono alegre y algo infantil, aún eran niños.

"sí, eso haremos ricitos, eso haremos" – le respondió en tono amoroso.

Así que siguieron con su charla el resto de la tarde, y si ellos se tomaron de las manos al regresar, es solo algo que Louis y Harry saben.

Louis ya estaba comprometido, se podría decir que desde que nació pero eso es poco, incluso antes de su concepción, los Swift y los Tomlinson eran familias aliadas, por lo que cuando se dieron cuenta que podrían unir fortunas si al tener hijos estos se casaban, pues hicieron el trato, los Tomlinson tuvieron un pequeño llamado Louis, a los Swift no les fue tan bien, porque Isabela no podía embarazarse, pero luego de 1 año, allí estaba con su pequeña Hannah.

Louis y Hannah se conocieron desde siempre, sin embargo, a Louis nunca le gustó Hannah de esa manera, pasaban buenos ratos jugando y eso, sin embargo, lo máximo que podía llegar a sentir por ella era un amor fraternal, para Hannah era todo lo contrario.

Ella esperaba ansiosa cada cita de juegos desde que era muy pequeña, se ponía los mejores vestidos, leía nuevos libros para ser interesante, y estudiaba mucho para que Louis tuviera temas de conversación con ella, tristemente hiciera lo que hiciera Louis nunca la veía de manera romántica.

No iba a exigirle que se enamorase de ella, porque Hannah sabía que no podía obligarle, y que incluso casada con él, eso no significaría que las cosas cambiaran, pero la rubia solo quería amor, quería amar y ser amada, aunque ya tenía demasiada suerte al no ser obligada a casarse con un hombre que le doblara la edad, o peor, con uno que no conocía y sabe Dios lo que podría sucederle si eso llegara a pasar, así que no se quejaba, ella debía ser buena, y si Louis no la amaba, ella tenía amor suficiente para los dos.

Por lo que era deber de Louis cortejar a su futura esposa. A la rubia, le llegaban flores cada cierto tiempo, o canastas con libros o pasteles, que hacían que la ojiazul se emocionara y su corazón latiera tanto, que sentía que se le saldría del pecho, cabe aclarar que aunque eran de parte de su prometido, él no los enviaba, aunque ella no sabía eso, por lo que cada vez se ilusionaba más y pensaba que estaba más cerca de que Louis se enamorase de ella. Algo que estaba muy lejos de pasar.

Hoy era día de paseo con Hannah, por mandato de su padre, ya que él había tenido otros planes con Harry, pero tuvo que cancelarlos, porque olvidó el paseo con Hannah.

"Louis querido, el día está precioso, como las flores que enviaste la última vez, exquisitas, gracias por tu consideración" – mencionó la rubia rápidamente, con un leve sonrojo en sus mejillas

"sí, las flores" – soltó junto a una risita nerviosa, tratando de recordar algún libro del cual le hubiese hablada Hannah la última vez, ya que sabía cuanto disfrutaba que le preguntasen por sus libros. Aunque prefería mil veces estar con Harry, sabía que no era culpa de la ojiazul que sus planes no salieran como él quería, así que estaba intentando hacerla pasar un rato, al fin y al cabo, Hannah era como él, debía hacer lo que sus padres dijeran, además era buena chica.

Así que luego de pasar la mañana con ella, y tomar el té se retiró. Decidió pasar por el pueblo, donde compró varios lápices y libretas para Harry, también colores y sus dulces favoritos.

Ese día Harry se había levantado para vestirse desde temprano, pero al ver la notita que se deslizó por debajo de su puerta, algo triste, volvió a la cama, ya habría tiempo para alistarse durante la tarde, porque Louis debía hacer el paseo mensual con Hannah, y luego, vendría durante la tarde para hacer un picnic, en su árbol favorito.

Louis llegó durante la tarde, traía en su canasta varias sorpresas, y Harry traía comida en la suya, por lo que ya listos, iban a su lugar favorito, donde arreglaron todo, y el ojiazul sacó los regalos para Harry.

"ricitos bonitos, te traje dulces también, tus favoritos, y perdón otra vez por no haberte llevado al pueblo como lo prometí" – dijo un apenado Louis.

"no es tu culpa Lou, no pasa nada, podemos ir el siguiente fin de semana, u otro día, yo no te traje nada, pero cuando volvamos puedo dejarte leer los poemas que escribí, perdón"- respondió

Harry un poco avergonzado.

"puedes hacerme un dibujo, sabes que me gustan mucho tus dibujos"- soltó con una sonrisa.

"si"- respondió Harry muy animado.

A Harry no le gustaba enseñar sus dibujos, pero por Louis podría hacer una excepción.

Harry amaba mucho a Louis, y Louis amaba mucho a Harry.

Todo estaba bien, de no ser por una retorcida sociedad que prefiere ver hombres en guerra a verlos de la mano, así que mientras ellos pasaban un buen rato, el sacerdote de la escuela, le escribía a la cabeza de los Tomlinson, "realmente preocupado por el jovencito", ya "que podía estar desarrollando algún tipo de amistad especial con el primogénito de los Styles, Dios los libre del pecado", por lo tanto el hombre debía tomar cartas en el asunto con su muchacho para que este no "tomara un camino equivocado"

Mientras el padre del joven Tomlinson, respondiera, él haría algo para que aquellos muchachitos se salvaran del "lago de fuego", al final, no era la primera vez que veía "un caso de esos"

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⏰ Última actualización: May 18, 2022 ⏰

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Beautiful Sin - L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora