Capítulo 12

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Chu Wanning había estado ocupado en la empresa de tecnología de la que era director, por lo que no pudo ir a recoger a su pequeño. Xue Zhengyong quien era el dueño del lugar le pidió a Xue Meng que fuera por Chu Shaoran en lugar de Chu Wanning conociendo lo tímido que su socio era, también porque tendrían pronto una reunión para ampliar más el negocio que había crecido exponencialmente desde que el castaño había entrado a trabajar allí.

Xue Meng sentía mucho cariño por Chu Wanning y por ende aceptó la petición aún si quien la hizo fue su padre y no el castaño, así que Chu Wanning agradeció en repetidas ocasiones.

Mo Li Mei ya tenía el conocimiento de las personas alrededor de Chu Wanning, así que cuando observó al joven apuesto que lo recogió, supuso que era Xue Meng por la lista de características que enumeró su hermano al hablar de él.

—¿Cómo fue tu estadía en el campamento, campeón? —pidió saber el adulto alborotando los cabellos castaños de la niña.

—¡Fue genial, el próximo año le pediré a papá volver a asistir definitivamente!

Xue Meng rió asintiendo con la cabeza, escuchando el breve relato de la pequeña hablando de todas las actividades que hizo durante el campamento.

Cuando llegaron a la ciudad, el viaje al hogar de Chu Wanning para Mo Li Mei fue muy largo. Se sentía ansiosa y tímida por ver al Omega, solo quería saber qué se sentía abrazar a toda tu familia así que realmente se sentía nerviosa.

—Tu padre me pidió que te llevara a comer lo que sea. ¿Tienes apetito de algo en específico? Dime cualquier cosa y te llevaré allí. Apenas termines de comer, te llevaré a casa y seguro que Chu Wanning no tardará en llegar.

Sintiéndose un poco decepcionada por no poder ver pronto a su padre, Mo Li Mei solo suspiró en derrota y asintió con la cabeza.

Xue Meng podía notar el aura distinta de Chu Shaoran, sin embargo, no mencionó nada pensando en que quizá su cambio de actitud se debía al tiempo que permaneció en el campamento.

—Quiero algo picante —aceptó la niña, por lo que Xue Meng en seguida la observó dudoso.

—¿Estás seguro?

—Mh.

—Pero detestas el picante —expresó Xue Meng recordando que la última vez que comió algo rojo brillante, terminó llorando.

—Ah —Mo Li Mei lo había olvidado—. ¡Es que el picante no puede más que yo! En el campamento conocí a una niña que se jactaba de su tolerancia al Ají, ¡Así que quiero derrotarla!

Sin preguntar más al respecto, Xue Meng llevó a comer a Chu Shaoran aún más convencido de que quizá se había equivocado de niño cuando lo recogió.

Rato después de comer, Xue Meng dejó a Chu Shaoran en su casa no sin antes preguntarle si necesitaba algo, y tras la negativa del niño, el adulto se retiró dejándolo solo.

Observó las fotografías que había adornando todo el hogar de Chu Wanning, sonriendo con cariño al hombre castaño que estaba a punto de conocer.

Recorrió la habitación de su padre, grabando en su memoria el gusto por el blanco de Chu Wanning, ahora entendía por qué a ella le encantaba tanto también.

Le pareció interesante el gran parecido que tenía con el castaño, el único gusto en el que diferían, probablemente era el gusto en la comida picante, pero por su padre, Mo Li Mei estaba dispuesta a dejar de comerlo para siempre, incluso si se trataba solamente para complacer a su hermano, que también detestaba el Ají.

Después de analizar el hogar, pasó a su habitación donde dejó la maleta, sorprendiéndose cuando sus ojos captaron una canasta de madera repleta de golosinas, juguetes y zapatos deportivos porque a la semana Chu Shaoran solía terminar sus zapatillas.

Mo Li Mei sonrió enternecida por el detalle. Si su hermano hubiera visto ese detalle, seguramente se habría conmovido como ella se conmovió en ese momento.

~

Cuando la cerradura de la puerta hizo sonidos de empezar a abrirse, Mo Li Mei dejó  en seguida un empaque de gomitas que había estado comiendo para correr escaleras abajo. En cuanto entró por la puerta Chu Wanning, una emocionada Mo Li Mei se colgó de la pierna de su padre sin poder evitar reír mientras lloraba.

¡Esta persona era mucho más hermosa en persona que en fotografías! Y mucho más suave de lo que pensó, con un aroma agradable a flores haitang por todo su cuerpo.

—¡Papá! —llamó Mo Li Mei, restregando su rostro en los costados del mencionado.

Chu Wanning cerró la puerta con dificultad mientras abrazaba a su pequeño con una linda sonrisa dibujada en su rostro, poniéndose de cuclillas con la intención de abrazar más cerca a Chu Shaoran.

—Bienvenido, pequeño torbellino.

Mo Li Mei se enterró en el cuello del castaño con todo el amor que quería demostrar.

—¡Te eché mucho de menos, tenía tantas ganas de verte!

La niña no permitía que su padre la viera en ese estado tan lamentable, pero su corazón se sentía muy contento y cálido siendo resguardada por los brazos de esta persona.

—Estoy aquí, Shaoran, estoy aquí —murmuró dando golpecitos en la espalda de su hija en un intento por calmar su llanto.

Una vez que Mo Li Mei se separó sorbiendo por la nariz, Chu Wanning secó las lágrimas que manchaban su carita.

—Primero vamos a la sala mientras me cuentas cómo te fue, ¿de acuerdo?

—¡Mh!

Chu Wanning no cayó en cuenta de que la piel de Mo Li Mei era mucho más tersa y cuidada que el escandaloso Chu Shaoran, ni de que la casa se encontraba tan ordenada como la dejó antes de inundarse de trabajo por tanto tiempo.

En ese momento simplemente se sentía feliz de tener nuevamente en casa a su pequeño, a quien extrañó exageradamente demasiado.

Intercambio de mellizos (Adaptación-inspiración De Juego De Gemelas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora