Volviendo a conocerte ( Yunando )

CAP 5

Yun notaba raro a su esposo, todo el día en el celular, distraído sin prestar atención, solo sonaba el móvil y rápido lo sacaba sonriendo, se le hacía extraño, raro, sus ojos se iluminan, ese brillo lo conocía muy bien, algo malo pasaría. Se acercó con miedo, no acepta la idea de que otra persona esté hablando con su marido, terminó parado frente a él, nervioso, sus manos temblaban, no se había dado cuenta de su presencia, las lágrimas querían salir, con cada intento de querer hablar su garganta se secaba. Ya no podía, el miedo lo invadía.- ¿Con quién hablas Almando? -. Dijo con su voz quebrada y apagada.

El castaño se alteró guardando su móvil rápidamente mirando al asiático espantado.- Nada, nada -. Aclaró un poco mirando hacia otro lado avergonzado.- ¿Porque… no estás trabajando? -. Dijo intentando desviar el tema.

Yun guardó silencio, algo está ocultando, lo cual le molestaba, siendo una persona no tan expresiva, cuando algo no le parece lo dice.- No desvia' el tema Almando -. Frunció el ceño con enojo. Odia que no recuerde nada, pero ambos tienen la culpa por no poner de su parte.- ¿Quién es el gilipollas con el que hablas?

Armando dudó un momento, pues aún no tenía claro sus sentimientos y su mente.- Con el… Superintendente -. Respondió agachando la cabeza.- Y no es ningún gilipollas -. Intentó defenderlo.

Simplemente no dijo nada más, Yun solo se fue sin decir nada, estaba claro a quién tendría que matar para recuperar a su esposo.

En la comisaría todo era caos y destrucción como siempre, la paciencia de Conway se agotaba con cada tontería y error que tenían sus agentes. Una malla inútil es lo que tiene, pero aún así son parte de él, son su familia. Observando con atención, concentrando su vista hacia aquel chico rubio que lo traía loco, más no obstante, terminaba siendo un juego para él.

Gustavo terminaba de lamer el pene de Conway tragando todo ese semen que terminó en su boca mientras daba una ligera sonrisa burlona. Se paró acomodando un poco su pantalón sacudiendo el polvo de sus rodillas, alzó su vista haciendo contacto fijo con el superintendente quien no paraba de mirarlo, algo que lo llenaba de orgullo, al ver cómo se llevaba toda la atención.

Conway se levantó de la silla acercándose a Gustavo, tomándolo de la cintura con firmeza pegándose a él mientras le daba besos en el cuello dejándole pequeños chupetones, el rubio dejándose de forma complacida mientras pasaba sus brazos por detrás del cuello del intendente en forma de abrazo soltando leves suspiros sonriendo. 

Ambos en la oficina cerrada con llave a solas para no ser interrumpidos en su momento romántico / sexual. Siguió con el firme agarre de la cintura pasando a darle pequeños besos en los labios de su chico rubio siendo correspondido al instante. - Con solo verte se me pone tiesa -. Conway le susurra en el oído a Gustavo.

.- Usted sabe que yo le ayudo con su problemita -. Susurro de la misma forma Gustavo sin dejar de ver a Conway. 

.- Será otro día Gustabin, tenemos trabajo -. Sonrió Conway soltando de la cintura, así mismo se separa mientras se acomoda su traje y pantalón.

No era de esperarse que estos dos tendrían una relación, pues no eran pareja, solo follaban de vez en cuando, más esto, lo sabía casi toda la comisaría. Conway regresó con el papeleo pendiente que tenía antes de que Gustavo llegará, sin dejar de pensar en Armando, dio un largo suspiro sacando su teléfono viendo un mensaje de aquel mecánico. 

No podía dejar de pensar en los enmascarados del otro día, Armando se encontraba seguro de verlos vistos en sus sueños, esos sueños que le causaban angustia, intriga y miedo. Pues probablemente ellos saben quién es en realidad. Divagaba por sus pensamientos sin percatarse de que se encontraba cierto asiático acostado en el sillón de su oficina siendo observado por este mismo. Más el enojo de Yun aún seguía, no podía evitar estar lejos de él, no permitiría que Jack Conway se lo quite. 

El pequeño asiático suelta un pequeño tosido llamando la atención del ojo verde, quién rápidamente sale de sus pensamientos de forma nerviosa y avergonzado por no darse cuenta de que su compañero había llegado. Más bien no sabía cuánto tiempo pasó perdido en su mente. Volteó su rostro hacia Yun haciendo contacto visual entre ambos. Con esas miradas se decían todo pero a la vez nada.

El silencio era mutuo, lo único que se podía escuchar eran las manecillas del reloj pegado el la pres "tic toc" repitiéndose una y otra vez. Sin poder decir ni una palabra mientras que afuera había mucho ruido, dentro reinaba el abundante e incómodo silencio. 

.- ¿Por qué... ? -. Habla Armando dando una pequeña pausa de forma nerviosa.- ¿Por qué cuando llegas no dices nada…? -. Tose un poco aclarando su voz un poco más.- Siempre llegas y… 

.- Que te impo'ta málicon -. Responde interrumpiendo de forma rápida, sería y fría rompiendo contacto visual con Armando. Cerró sus ojos suspirando levemente.

Armando se quedó sorprendido y callado, más al escuchar la palabra "Málicon" saliendo del asiático. Eso ya lo había oído antes, muchas veces por así decirlo, dio un suspiro con algo de frustración intentando recordar sin logro alguno. Mantuvo su vista en el pelo rojo, se recargó en el respaldo del asiento cerrando los ojos mientras volvía a divagar sus pensamientos.

Unos labios rozando los suyos fue lo que sintió, abriendo sus ojos lentamente viendo esos ojos que hace latir su corazón a un ritmo desenfrenado, ese cabello pelirrojo teñido, viendo la facción de su rostro, esa apariencia asiática lo volvía loco. Correspondiendo el beso de forma lenta, suave y apasionada, las caricias se hicieron presencia ante los roles y manoseos, recorriendo cada parte del cuerpo de su chico. - Malicon -. Ese asentó que conocía tanto, resonando en su cabeza una y otra vez. - Consentlate -. Un susurro junto con su visión borrosa. - Estoy aquí…

Una explosión, abriendo los ojos rápido, asustado poniéndose en alerta, sale de su oficina viendo como un carro estaba incendiado mientras que sus mecánicos intentaban apagarlo con los extintores, dio un suspiro negando levemente sonriendo. Por alguna razón esto le trae nostalgia.

Continuara...

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Holaaaaa años sin vernos ¿Que le parece? Espero bien uwur

ADIOS.