4: DESPEDIDA

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DALILA

Llego con todo el frío del mundo, pero nunca diré que el calor es mejor

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Llego con todo el frío del mundo, pero nunca diré que el calor es mejor.

- La esperan -dice un guardia y asiento siguiéndolo.

Llego a la sala, donde están todos los jurados y Ministros.

- Bienvenida señorita Dalila, iremos al grano ya que esto no debe tener tanta importancia -dice el juez

- ¿de que habla? -digo en susurro

- Queda suspendida -dice el ministro menor.

- ¿como? ¿Porque? -digo sin entender y los jurados murmullan.

- Asistir así a su reunión -dice viendo mi atuendo- No es adecuado comenzando por eso.

- Siendo sincera, estamos en invierno y me sigo muriendo de frío -digo tapándome- Porque me suspenden.

- No será una buena comandante eso entre otras cosas-dice uno atrás mío.

- Está dicho, queda suspendida, en estos días no ha mostrado nada -dice el juez- Necesitamos personas hábiles, personas capaces de todo.

- Tengo menos de una semana -digo excusándome- como quiere..

- silencio, suficiente con las declaraciones del ministro Spencer -dice y por primera vez lo volteo a ver.

Está sentado en las sillas del jurado, no me mira, solo tiene la vista al frente, donde está una pantalla.

Miro hacia la pantalla y veo que salgo yo comiendo donas y un batido.

- ¿así quiere demostrar que está apta? comiendo... por favor Retírese -dice

- Spencer dile que lo he hecho todo -digo en susurro- Tu me has entrenado.

El no me mira, solo firma la hoja donde me despiden del FBI, me la dan y confirmo todo.

<<Soy una estúpida, que se enamora del primer chico que le dice cosas bonitas>>

- Retírese -dice el guardia

- Gracias Spencer, gracias por ser un ejemplo de persona con las que no me debo relacionar, te deseo lo mejor -digo llorando- Has arruinado mis sueños.

Salgo de allí y el ministro el cual me recibió el primer día me sonríe con tristeza, corro a sus brazos.

- Perdón enserio -digo separándome- Moje su traje con mis lagrimas.

- Ven Dalila, REGRESEN A SUS LUGARES INEPTOS -grita a su tropa.

- Debo irme -digo- Me botaron, usted sabe lo que me costo llegar aquí.

- Lo se, ¿a donde irás? -dice

- Creo que me tengo que regresar a mi país, cosa que no quiero -digo y me tiende un vaso de agua.

- ¿Boston? -dice y asiento

- Dios... te ayudaré a conseguir un empleo, eso ni lo dudes -dice y hace una llamada de media hora, mientras yo calmo mis lagrimas.

- Perfecto, irás a esta dirección -dice- Queda en Edimburgo.

- Gracias -digo y lo abrazo- Estaré lejos de mis padres y es lo mejor.

- Lo es -dice y lo llaman

- Creo que debo de irme -digo y nos despedimos.

Cuando salgo, no hay nadie solo el guardia el cual me despido y doy mi última vista a la agencia, cuando estoy por tomar un taxi, veo a un coche salir.

- Sube -dice Spencer

Miro la botella de lata que tengo y lo único que se me ocurre es tirarla al parabrisas, haciendo estallar.

- Oye te estoy hablando -dice y regreso a la realidad.

No lo hiciste, solo lo pensaste.

- No -digo y sigo mi camino.

***

Aquí estuvo Ale

SOLO UN ACUERDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora