𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑: 𝐏𝐚𝐠𝐞 𝟏𝟓

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"𝙴𝚕 𝚙𝚎𝚘𝚛 𝚍í𝚊 𝚍𝚎 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚊𝚜 𝚟𝚒𝚍𝚊𝚜"

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"𝙴𝚕 𝚙𝚎𝚘𝚛 𝚍í𝚊 𝚍𝚎 𝚗𝚞𝚎𝚜𝚝𝚛𝚊𝚜 𝚟𝚒𝚍𝚊𝚜"

𝟸𝟽 𝚍𝚎 𝙼𝚊𝚛𝚣𝚘/𝟸𝟶𝟷𝟶

𝟻𝚝𝚘 𝚍í𝚊 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚌𝚊𝚖𝚙𝚘 𝚍𝚎 𝚛𝚎𝚏𝚞𝚐𝚒𝚊𝚍𝚘𝚜.

𝟸𝟹:𝟹𝟶 𝙿.𝙼.



Mientras el silencio ronda a mi alrededor, disfruto la capacidad de observar un reloj, constatando la hora exacta donde expreso cada desazón que atravesé previo a mi estadía en este sitio intimidante y poco estable a cómo va avanzando el estado de cuarentena. Y lo sé, me encantaría llegar a esa parte, pero creo que todo tiene que tener un hilo conductor, por lo cual, la paciencia es un componente especial tanto para mi mente fluidora de palabras como para los futuros ojos lectores de estas páginas amarillentas (si es que algún día llego a tener interesados en este relato).

Iluso me era pensar que alguien leería en este momento tan desorbitado, pero nunca se perdía aquella creencia de que a veces, para salir de tanta angustia y escapar de la realidad, un ajeno es capaz de tomar el camino de la lectura, convirtiendo las reflexiones del autor en suyas y desplegando su imaginación donde pueda sentirse seguro o acompañado a través de sus sentimientos más profundos.

Releo el ultimo párrafo de esta meditación antes de continuar, haciéndoseme importante detenerme en la palabra angustia, y es que, ¿Cómo olvidarme la imagen de Carol desesperada en búsqueda de ayuda por el extraño comportamiento de Ed Brown?

Porque aquí iba el verdadero motivo de mí casi media noche a la luz de la vela, invirtiendo tiempo en terapia en vez de dormir, sabiendo que a las 7 AM debería estar levantada para cumplir tareas comunitarias como los demás resguardados aquí dentro. Pues tampoco era fácil conciliar el sueño tras la escena de película de terror que no lograba borrar, que me causaba una pesadilla constante cada vez que cerraba los ojos, peor aún mi piel, que se volvía de gallina y donde los sentidos se me ponían en alerta ante la adrenalina potenciada debido al shock que obtuve al enfrentarme a lo desconocido.

Con Negan ese día caluroso y poco usual, nos animamos a ir en la expedición del escandaloso y macabro hecho en el domicilio Brown-Peletier. Las niñas no fueron a la escuela y él que también debía presentarse en su horario cátedra, decidió llamar para comunicar que no asistiría por motivos personales de la familia, mientras que yo no estaba segura de sí cumpliría con mi horario laboral. Carol nos rogo incesantes veces que no se nos ocurriera atrevernos a pisar ni siquiera el camino hasta su jardín, que era mejor que interviniera la policía o los médicos al ser especialistas en lo que fuera que le estuviera pasando a su esposo; su llanto imparable nos hizo retrasarnos al pensar que la situación podría ser controlada de nuestra parte, yo era parte del sistema de salud y quizás si Ed podría tener algún brote psicótico o delirio, encontraría la manera de tratarlo.

RESILIENCIA || The Walking DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora