𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐚 𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚

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No se detuvieron ahí.

Los cambios.

Todos seguimos cambiando, constantemente.

Los alfas creciendo, los omegas también, pero no de la misma forma que los de ojos fuego.

A excepción de Craig, porque él era omega pero creció, creció, creció. Por lo que sus padres eran, por lo que él era.

Tan alto como su padre alfa lo había sido en su juventud, pero no era lo mismo. Nunca lo mismo.

Craig era alto, enorme para lo que la gente del reducido pueblo de South Park consideraba omega, pero eso era todo. Era desgarbado, no enfermizamente delgado como podría ser una persona, pero por más que comiera no aumentaría de peso.

Y por supuesto que comía, tanto como yo lo hacía, por eso era alto, grande, mío.

Porque era una cosa omega, nunca sería tan robusto como cualquiera de nosotros los alfas, pero era mío y él no era como los demás omegas.

Él dijo, él dijo, él dijo—: Si creen que me sentaré y tendré brazos de maldito spaguetti toda mi vida, están jodidos.

—Seré un omega, —sus ojos brillando en determinación violeta—, pero si creen que eso será capaz de detenerme, cuando se trate de patear traseros que te miren mal cariño, la naturaleza no es lo suficientemente lista, incluso si se trata de estúpidos alfas. Los reto, maldita sea.

Lo siguiente que supe era que Craig estaba yendo al gimnasio, haciendo judo por las tardes, venciendo el enorme grano en el culo que era Cartman.

Mi pecho estalló, mi corazón latiendo en amor, orgullo, suyo.

Yo también había sido diferente a mi clase, a los alfas, no tanto como me gustaría, no de la forma en que lo deseaba. Pero había aprendido a aceptarlo, ser alfa, cargar con ello en mi cabeza y corazón.

No tan doloroso, aterrador, como antes, pero aun pinchando lo suficiente para no olvidar que estaba ahí.

El conocimiento de que podía perder el control ante la ira, la fuerza, el poder.

No crecía, no como se supone debería hacerlo. Todos los alfas, y Craig, se alzaban sobre el resto de los demás, pero no yo.

Ha consumido mucha cafeína durante su infancia, inclusive manteniendo esas cantidades actualmente, sumándole la exorbitante dosis de medicamentos controlados que ingirió hasta los diez años. Nada saludable para un niño, para nadie en realidad.

Atrofiado.

El doctor había dicho que mi crecimiento se había atrofiado. Que podría ser alfa, ser fuerte, ser más, pero que mi estilo de vida lo había jodido. No había porqué preocuparse mucho en realidad, crecería. Lo que mi cuerpo roto me permitiera, pero no como los de mi clase. Y no me sorprendí.

Porque era Tweek Tweak y era alfa.

Le dije, dije, dije—: Está bien, Craig. De verdad lo esta. No necesito serlo. Una cosa grande.

—Crecere, diferente, no lo que debería. Pero lo haré. Y estará bien. Siempre que me aceptes de esa forma.

Y me miró, verde oliva como la selva, con el violeta tan cerca de la superficie que podría reflejarse con la luz correcta, lleno de decisión. Amor.

Mi compañero creía en mí.

Y yo creí en lo que él era y veía.

Siempre.



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⏰ Última actualización: Feb 01, 2022 ⏰

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