Capítulo 3

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Crésida

Había llegado el día, mamá estaba lo suficientemente estable para moverse y al despertar mi papá me dijo que nos iríamos a Nuoro.

Me aliste con mi corsé y enaguas diarias, aún me costaba arreglarme sin la ayuda de mi mamá, ella era la que normalmente me ayudaba, pero ahora Antonella no tenía la fuerza suficiente para casi cualquier tarea que implicara un mínimo esfuerzo.

Emprendimos viaje hacia allí, mi madre continuaba igual, con una constante tos con sangre.

Al llegar Piero dejó a mamá en casa del sanador, dado a que su estado solo empeoraba

Mi papá es un visionario por lo que rápidamente se fue a su nuevo estudio del que podía no salir por días trabajando con su nuevo aprendiz, pero en esta ocasión volvió a tiempo para ayudarme a preparar la cena y comenzó a hablarme de eso con rapidez

Es hermoso Crési, el estudio tiene mucha luz y unas paredes blancas que pienso llenas de bocetos…

Siguió hablando así por horas, a mí me ponía muy feliz saber que él había encontrado un buen lugar, así que me limitaba a asentir con una sonrisa y escucharlo mientras farfullaba sobre su nuevo estudio, sus expectativas hacia su futuro aprendiz y su nuestra nueva vida en cuanto mamá se recupere.

Al día siguiente decidí que iría al pueblo a conocer a las chicas de allí, visualice a una multitud de paraguas de encaje y me acerque a ver qué pasaba, aunque no me sentí muy cómoda entre todas esas locas que acosaban a los muchachos al trabajar.

Al comenzar a alejarme vi a una chica sencilla acercarse a mí, vestía una falda café similar a la mía y con una escoba larga empezó a barrer tierra sobre las faldas de aquel grupo de mujeres, quienes comenzaron a alejarse gritando y refunfuñando. Mientras aquella chica reía con ganas, yo no pude evitar reír por lo bajo y su atención cayó en mi

-Hola, creo que no te conozco, soy Bianca Fangot. -Se presentó con una sonrisa extendiendo su mano

Crésida Cart- respondí tomando su mano y estrechándola

Quiero creer que no formas parte de esa multitud de acosadoras, tendré que ahuyentarte con mi escoba- dijo con un matiz de diversión

-Claro que no, es mi segundo día en el pueblo y la verdad eso del acoso cómo que no me va- conteste riendo

Desde ese momento supe que había encontrado una nueva amistad

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